Represión en Irán

Irán ejecuta a un segundo condenado a muerte por las protestas

El joven Majidreza Rahnavard, al que Teherán acusaba de matar a dos policías con un cuchillo pero a quien no se permitió escoger abogado, ha sido ahorcado en público

Manifestaciones en Roma contra el régimen iraní.

Manifestaciones en Roma contra el régimen iraní. / EFE

Adrià Rocha Cutiller

Cuatro días después de la primera, realizada el pasado 8 de diciembre, este lunes ha llegado la segunda: otro joven iraní ha sido ejecutado por las autoridades de la República Islámica de Irán por su participación en las protestas que desde mediados de septiembre rugen por todo el país tras la muerte de la joven Mahsa Aminí a manos de la policía de la moral.

La semana pasada fue Mohsen Shekari, a quien las autoridades acusaban de cortar una calle durante las manifestaciones y de haber herido un basiji. Los basijis son el cuerpo paramilitar —formado por exconvictos y excriminales sumados a la causa— con el que la República Islámica reprime a las protestas.

Este lunes el ejecutado ha sido Majidreza Rahnavard, a quien la justicia acusaba de haber matado a dos basijis durante una manifestación en noviembre. Los juicios contra Shekari y Rahnavard fueron realizados a puerta cerrada, y a ninguno de los dos condenados a muerte le fue permitido ni ver las pruebas que supuestamente pesaban contra ellos ni escoger un abogado.

Tampoco lo han podido hacer los otros condenados. De los cerca de 18.000 detenidos durante las protestas, sin contar a los ya ejecutados, una docena de personas ha sido condenada a muerte. Los cargos son siempre los mismos: "perturbar el orden público, corrupción en la tierra, coordinación para cometer crímenes contra la seguridad nacional y declararle la guerra a Dios".

Medio millar de muertos

Según recuentos independientes, en los casi cuatro meses que lleva Irán de protestas, más de 500 manifestantes han muerto a manos de la represión policial y de los basijis. De estos fallecidos, más de una cincuentena serían menores de edad. Estos números no cuentan los basijis muertos: cerca de 60.

"Estas ejecuciones son asesinatos políticos, no sentencias judiciales. La República Islámica está mandando a los jóvenes a morir para destrozar el movimiento de libertad que se ha creado en el país", ha dicho Hadi Ghaemi, director de la oenegé Iran Human Rights, organización con sede en Noruega pero que es una de las pocas que recopila cifras de fallecidos y detenidos durante las protestas. 

"Sin ninguna acción internacional decidida y coordinada, la República Islámica seguirá matando chicos y chicas, en ejecuciones o en las calles, por el simple hecho de que se hayan atrevido a objetar contra las políticas represivas del Estado", ha asegurado Ghaemi.