La historia se vuelve a repetir. Como ya hizo en 2020 tras perder las elecciones presidenciales, Donald Trump ha vuelto a agitar, sin fundamento, el fantasma del fraude electoral en los comicios de medio mandato que Estados Unidos ha celebrado este martes y cuyo resultado es aún incierto.

Aunque no hay ninguna evidencia de ello, el expresidente ha vuelvo a acudir a las redes sociales para sembrar las dudas sobre el proceso democrático. "¿Está ocurriendo lo mismo con el fraude electoral que ocurrió en 2020?", ha escrito en su plataforma Truth Social, que creó tras ser expulsado de Twitter por alentar la insurrección ultra contra el Capitolio.

En una serie de publicaciones, Trump ha explotado las dificultades técnicas que se están produciendo en el recuento de algunos estados del país, habitualmente lentos. Es el caso del condado de Maricopa, el más poblado de Arizona. Durante las primeras horas del recuento, el condado informó que había sufrido un problema aislado no vinculado al programa informático de recuento de votos, sino a que las impresoras usadas no estaban marcando los votos con suficiente tinta, dificultando así el proceso. Esa problemática afectaría a unos 60 de los 233 centros de votación. "Nada de esto indica que haya fraude", ha explicado Bill Gates, presidente de la junta de supervisores del condado de Maricopa, que es republicano y no tiene nada que ver con el fundador de Microsoft. "Se trata de una cuestión técnica".

Arizona, estado clave

Maricopa fue clave en las elecciones presidenciales que expulsaron a Trump de la Casa Blanca y cuyo peso en las legislativas de hoy sigue siendo mayor. Aún por decidir con un 51% de los resultados escrutados, el candidato demócrata al Senado Mark Kelly lidera por un importante margen de 17 puntos a su rival republicano, el trumpista Blake Masters. Otra trumpista, Kari Lake, también va detrás en los recuentos para ser gobernadora de Arizona y también ha hecho declaraciones en las que siembra -sin prueba alguna- la duda sobre un fraude planeado. La posible derrota de dos de sus aliados habría llevado a Trump a atizar el fuego de la conspiración.

En 2020, la victoria de Joe Biden en Maricopa hizo que el expresidente concentrase ahí sus falsas acusaciones de fraude, movilizando a votantes que entonces fueron a los centros de recuento a intimidar a los trabajadores. Ahora, Trump y sus seguidores vuelven a repetir la conspiración. "Los demócratas que dirigen las elecciones aquí sabían que esto ocurriría. Atasco por diseño. NO DEJÉIS QUE VUELVAN A HACER LO DEL 2020. ESPEREN EN LA FILA Y VOTEN", ha tuiteado el ultraderechista Charlie Kirk, presidente del grupo Turning Point USA, a sus casi dos millones de seguidores. El tuit está plagado de falsedades, pues así como Gates, el jefe del recuento electoral en Maricopa, el registrador Stephen Richer, es también republicano.