El Gobierno italiano ha autorizado finalmente el desembarco en Sicilia de los más de 200 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo y que seguían a bordo del barco 'Geo Barents', de Médicos Sin Fronteras (MSF). Los inmigrantes han descendido exhaustos tras varios días de permanecer en alta mar a la espera que se le asignase un puerto seguro. Una demora que se prolongó dos días más por la inicial decisión del domingo del Gobierno italiano de permitir solo el desembarque de familias, menores y personas vulnerables.

La decisión de Roma se ha conocido después de que un equipo de psicólogos enviados esta mañana por las autoridades italianas determinara la posibilidad de "graves" daños psicológicos por la posible continuada permanencia de los migrantes a bordo de la nave. "Las autoridades sanitarias nos acaban de informar que todos desembarcarán. Se trata de un gran alivio después de semanas de espera", informó Maurizio Debanne, portavoz de MSF. "He recuperado mi vida", festejó uno de los migrantes.

La situación a bordo del 'Geo Barents' se había deteriorado después de que Italia estableciera que 215 migrantes --rescatados, junto al resto, en 7 operaciones en el Mediterráneo realizadas entre el 26 y 28 de octubre-- debían permanecer en la nave y abandonar el puerto siciliano de Catania. Algo a lo que la MSF, junto con otra oenegé involucrada también con migrantes a bordo y atracada en el mismo embarcadero, se negó desde el primer momento.

Esa situación había determinado "ataques de ansiedad, ataques de pánico y casos de depresión", así como "diversas huelgas de hambre", según contaba, poco antes de conocerse la decisión del Gobierno de Italia, Anabel Montes, coordinadora de coordinadora de Búsqueda y Rescate del buque humanitario. "Estas personas han vivido terribles estancias en centros de detención en Libia, se han jugado la vida y, después de días en un barco, han visto que que algunos desembarcaron y ellos no. A nivel psicológico, esto fue terrible", añadía, en declaraciones a El Periódico, del grupo Prensa Ibérica. 

Marcha atrás

Sin embargo, finalmente, Italia ha dado marcha atrás. El desenlace llega después de que diversos expertos en derecho internacional criticaran la decisión de Italia de ejecutar estos desembarcos selectivos, y una semana después de que la nueva primera ministra y líder del partido de extrema derecha Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, se reuniera por primera vez con las autoridades europeas. Francia también ayudó, al decidir este martes otorgar un puerto al buque 'Ocean Viking' de SOS Mediterranée, una oenegé que también había pedido la ayuda de Roma.

Concluye así otro capítulo del pulso que Italia mantiene desde hace años en la Unión Europea por los rescates de migrantes en el Mediterráneo, y que ahora ha vuelto a poner en la diana a las oenegés, pese a que este año estas organizaciones solo han rescatado al 16% de los más de 80.000 migrantes llegados al país. De hecho, la gran mayoría de los migrantes salvados este año han sido rescatados por barcos del Gobierno italiano.