Las autoridades de Nigeria han elevado a más de 600 los fallecidos y 2.400 los heridos a causa de las recientes inundaciones que han asolado el país africano.

Según ha detallado el ministro de Asuntos Humanitarios, Sadiya Umar Farouq, en torno a 1,3 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa de las inclemencias meteorológicas.

Asimismo, el ministro nigeriano ha elevado a más de 200.000 las viviendas que han quedado destruidas o gravemente dañadas por las inundaciones.

Nigeria, el país más poblado del continente africano, sufre una oleada de fuertes lluvias desde hace semanas. El río Níger y su principal afluente, el río Benue, transportan cada vez mayores cantidades de agua.

Las inclemencias meteorológicas ponen en alerta especialmente a las regiones del norte, como Borno, Yobe y Adamawa. Mientras, Farouq ha advertido de que es probable que las condiciones empeoren.

Por otro lado, más de 450.000 hectáreas de tierras de cultivo de todo el país han sido devastadas, lo que ha motivado a las autoridades nigerianas a abrir se reserva para inundaciones y así garantizar el suministro.