La mujer más poderosa de Italia, Giorgia Meloni, habla por primera vez de su padre después de que Diario de Mallorca, del grupo Prensa Ibérica, desvelara su condena en Palma a nueve años de cárcel por narcotráfico. La futura presidenta del gobierno italiano ha agradecido en un post en su cuenta oficial de Facebook "el tacto de la prensa italiana que ha contado los problemas de mi padre", pero que según ella «"ha omitido un elemento fundamental en sus grandilocuentes titulares".

"Todos saben que mi padre se fue cuando yo tenía poco más de un año. Todo el mundo conoce que elegí no volver a verlo cuando tenía once años y que no volví a tener contacto con él hasta su muerte", subraya Meloni en su respuesta, donde no indica en ningún momento que desconociera el pasado delictivo de su padre. En el comunicado tampoco hace referencia alguna al caso concreto en que se vio envuelto Francesco Meloni, sólo habla de "problemas" y "culpas".

"Pero poco importa", prosigue, "si los 'buenos' pueden pasar como una apisonadora sobre la vida del 'monstruo'", lamenta. 

"Entre tantas cosas que no se aplican, para mí también está el dicho ‘las culpas del padre no recaen sobre los hijos’", sentencia Meloni en un escrito donde ha limitado notablemente las referencias a su padre en relación a otras ocasiones. 

La réplica de la líder ultraderechista se cierra con el anuncio de una querella contra la periodista italo-israelí Rula Jebreal, quien en un tuit afirma que durante la campaña electoral Meloni al publicar un vídeo de una violación había dicho que los migrantes "son delincuentes que quieren reemplazar a los cristianos blancos". En el mismo tuit, relaciona esta parte con el pasado delictivo del progenitor de la futura presidenta. "Irónicamente, el padre de Meloni es un notorio narcotraficante convicto que cumplió una sentencia de prisión", escribe Jebreal. Meloni ha emplazado a la periodista a explicarle al juez cuándo y dónde hizo esa declaración que le atribuye.

Jebreal no tardó en responder a la futura presidenta del gobierno italiano. "Amenaza con demandarme por mi tuit sobre sus conspiraciones de reemplazo, que están grabadas y ampliamente cubiertas por los medios internacionales. Todos los autócratas usan tales amenazas para intimidar y silenciar a quienes les reprenden y exponen públicamente. Señora Meloni, no me siento intimidada", expresó.

El partido Hermanos de Italia salió ayer en tromba a defender a su lideresa y a desacreditar a la periodista. "Rula Jebreal se ha pasado de la raya", dijo el senador de la formación Massimo Ruspandini. Para otro diputado, Emanuele Prisco, "el clima de odio continúa". Para el líder de Hermanos de Italia en la Cámara, Francesco Lollobrigida, las declaraciones difundidas a través de las redes de la periodista, recoge 'La Repubblica', son "vergonzosos" y "delirantes". "Para atacar a Meloni utiliza la historia personal de su padre que la abandonó cuando ella tenía un año y que la misma Giorgia dijo haber excluido de su existencia en la infancia. Ella fue víctima de ese hombre y hoy también lo es de una periodista sin escrúpulos ni límites éticos que para atacarla se dispone a explotar una dolorosa historia de la que Meloni no sólo es ajena, sino que ha sido dañada en todos los aspectos".

 Según 'The Economist', a principios de este año, Meloni les dijo a los conservadores estadounidenses que "toda su identidad está bajo ataque" y acusó a la Unión Europea de ser cómplice del "reemplazo" étnico. 

 Basó su campaña en un marco ideológico ultraconservador, católico y nacionalista, presentado bajo el lema Dios, patria y familia. Junto con sus aliados Matteo Salvini, integrante del partido de ultraderecha La Liga, y Silvio Berlusconi, de Forza Italia, planteó el bloqueo de los inmigrantes en el Mediterráneo, un control para evitar que los barcos o botes con exiliados salieran de Libia hacia Italia. "Nuestras costas han sido tomadas por asalto" o "sí a las fronteras seguras, no a la inmigración masiva" son algunas de las proclamas que se han escuchado durante la carrera electoral.

Meloni trató en la recta final de la campaña de dar un cambio de rumbo para mostrarse como una candidata moderada, y alejarse de la ultraderecha a través de sus discursos. Algo que dejó patente con el parlamento que lanzó en redes sociales el 11 de agosto, en el que aseguró: «He leído en medios internacionales que la victoria de Hermanos de Italia en las elecciones de septiembre supondría un desastre, que conduciría a un cambio autoritario, a la salida de Italia del euro y otras tonterías de este tipo».