Los ministros de Finanzas del G7 reiteraron este viernes su propósito de reunir los apoyos necesarios para imponer un tope al precio del petróleo ruso, según un documento conjunto aprobado tras una conferencia virtual.

"Buscamos una coalición amplia para maximizar la efectividad", dice el documento que ha sido publicado en la página web del Ministerio de Finanzas alemán, que ejerce la presidencia de turno del grupo de los siete países más industrializados.

Con ello se pretende "reducir los ingresos rusos por ventas de petróleo" que es una importante fuente de financiación de la guerra de invasión en Ucrania y a la vez contener el ascenso de los precios mundiales de la energía.

El G7 reitera su solidaridad con Ucrania y la condena a la agresión rusa y constata que "los costes económicos de la guerra y los consiguientes aumentos de precios los sienten desproporcionadamente los grupos vulnerables en todas las economías y especialmente en aquellos países que ya afrontaban inseguridades alimentarias y desafíos fiscales".

Asimismo los ministros se muestran convencidos de que el efecto de las sanciones que ya se han impuesto a Rusia aumentará con el tiempo y aseguran que seguirán velando por el cumplimiento de estas.

Además recuerdan que en la cumbre de Elmau (sur de Alemania) del pasado junio los líderes del G7 subrayaron que se esforzarían por evitar que Rusia se beneficie de su guerra de agresión y en el marco de ello proponen que el transporte de petróleo ruso y sus derivados solo se permita a nivel mundial si los productos se venden por debajo de un precio tope.

Este deberá ser determinado por la amplia coalición de países que se adhieran al precio tope y lo implementen, dicen los miembros del G7 (Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y Alemania).

"El precio tope estará específicamente diseñado para reducir los ingresos rusos y la capacidad de Rusia para financiar su guerra de agresión a la vez que limite el impacto de la guerra en los precios globales de la energía, particularmente para los países de bajos y medianos ingresos", señala el documento.

Por otra parte, los ministros expresan su satisfacción ante la decisión de la Unión Europea de explorar con socios internacionales formas de frenar el aumento precios de la energía y contemplar incluso la posibilidad de establecer temporalmente precios topes de importación.

El documento admite que la UE necesita el consenso de los 27 estados miembros y dice que el objetivo es coordinar las medidas del G7 con el sexto paquete de sanciones europeo.