El Gobierno de Marruecos ha llamado este viernes a consultas a su embajador en Túnez tras la acogida brindada al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, invitado a una cumbre que reúne a representantes de Japón con países africanos.

El presidente tunecino, Kais Saied, ha recibido a Ghali en el aeropuerto, en un simbólico gesto que no ha tardado en generar el malestar de Rabat. "Es un acto grave e inédito, que hiere profundamente los sentimientos del pueblo marroquí", ha sentenciado el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

Esta recepción se suma, según Rabat, al hecho de que Túnez había ya "multiplicado" sus posicionamientos "negativos" hacia Marruecos, una "hostilidad" que ahora considera probada con la invitación "unilateal" al presidente de la Repúbica Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Por ello, Marruecos ha renunciado a participar en la Cumbre de Tokio para el Desarrollo en África (TICAD) y llamar "inmediatamente" a consultas a su embajador en Túnez.

El Ministerio de Exteriores del reino alauí ha aclarado que esta decisión no pone en entredicho los "lazos fuertes e intactos" entre los pueblos marroquí y tunecino, vinculados por "una historia común y un destino compartido".