El cerco de la justicia sigue estrechándose alrededor de Donald Trump. Semanas después de que concluyeran las vistas públicas del comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio que han puesto el foco en el papel que jugó el exmandatario en aquella insurrección y en la trama de Trump y su círculo para intentar revertir el resultado de las elecciones, este lunes agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) han registrado la residencia del expresidente republicano en su club privado de Mar-a-Lago, en Florida, según ha informado el propio Trump en un comunicado.

Según dos fuentes anónimas de ‘The New York Times’ familiarizadas con la investigación, la búsqueda parece estar centrada en materiales que Trump se llevó a su club privado y residencia en Florida después de abandonar la Casa Blanca. Otras fuentes anónimas citadas por 'The Wall Street Journal' han asegurado que el registro no está vinculado a la investigación de los hechos del 6 de enero de 2021.

El registro se ha producido con una orden judicial según una fuente de 'The Washington Post'. La Casa Blanca también ha asegurado que no había recibido información previa sobre el registro y ha remitido a Justicia para más declaraciones. El Depatamento, no obstante, ha rechazado hacer comentarios y no ha querido confirmar si el registro había obtenido luz verde del fiscal general, Merrick Garland. El FBI también ha declinado las peticiones de información de los medios.

Documentos

Ya en febrero se supo que los Archivos Nacionales habían conseguido tras meses de intensas negociaciones recuperar el mes anterior 15 cajas de documentos que el exmandatario debería haberles dado pero se llevó a Florida. Entre aquellos documentos había algunos clasificados y también algunos marcados como “top secret”.

Trump solo accedió a entregar los documentos a los Archivos Nacionales ante la presión de potenciales acciones judiciales para que hiciera esa entrega, a la que está obligado por la Ley de Registros Presidenciales. Esa norma requiere que todos los documentos y registros vinculados a actividades oficiales del presidente, de memorandos y cartas a correos electrónicos, faxes y otras comunicaciones escritas, se preserven y se le den a los Archivos.

Trump, indignado

La acción del FBI del este lunes, que según una de las fuentes del ‘Times’ al menos en parte pretendía comprobar si quedaban documentos en el club, fue revelada por el propio Trump en su comunicado. En él ha denunciado el registro en duros términos, comparándolo con el Watergate y enmarcándolo como “un ataque de los demócratas de la izquierda radical” que, según él, están “desesperados” por evitar que vuelva a presentarse como candidato presidencial en las elecciones de 2024.

“Es una agresión que solo podría pasar en países del tercer mundo. Lamentablemente EEUU se ha convertido en uno de esos países, corrupto a un nivel nunca visto”, ha continuado Trump, que ha asegurado también que “nada como esto le ha sucedido nunca a un presidente de EEUU”.

El republicano, que no estaba en la residencia de Palm Beach sino que está veraneando en su propiedad en Bedminster (Nueva Jersey) y se encontraba en la Torre Trump de Nueva York según Bloomberg y Politico, ha asegurado los agentes han tenido acceso a su caja fuerte.

Aunque las fuentes del 'Times' y el 'Post' han asegurado que el registro se ha producido por la mañana el expresidente ha dado a entender en el comunicado remitido a los medios poco antes de las siete de la tarde que "un gran número de agentes" seguían en la residencia, que ha descrito como "bajo asalto, atacada y ocupada".

Papeles en el inodoro

Trump ha sido frecuentemente señalado por incumplir las leyes de mantenimiento de registros oficiales y por deshacerse de documentos diversos. Justo este lunes el portal Axios había publicado unas fotos obtenidas por la periodista del 'Times' Maggie Haberman, que cubrió a Trump y en octubre publicará un libro sobre el republicano, que aparente confirman su afirmación de que el expresidente solía deshacerse de papeles tirándolos al retrete.

Un comité del Congreso ha estado investigando ese manejo de documentos oficiales por parte de Trump y este lunes ha emitido un comunicado tras el registro del FBI. "Los presidentes tienen el deber solemne de proteger la seguridad nacional y las acusaciones de que el expresidente Trump puso nuestra seguridad en riesgo con el mal manejo de información clasificada merece el máximo escrutinio", ha dicho la presidenta del comité, la demócrata Carolyn Maloney.

Ya en abril las autoridades federales dieron señales de estar en las fases preliminares de investigación del manejo de documentos clasificados. Según 'The New York Times' se pusieron en marcha pesquisas con un gran jurado y se emitió una citación pidiendo a los Archivos Nacionales las 15 cajas que Trump se había llevado a Mar-a-Lago.

Furia republicana

Numerosos políticos republicanos y medios conservadores reaccionaron con furia a la noticia del registro, denunciando sin pruebas una politización del Departamento de Justicia. Es lo que hizo, por ejemplo, Kevin McCarthy, líder de la minoría conservadora en la Cámara Baja, que prometió lanzar una investigación de Justicia si llega al puesto de 'speaker' si los republicanos recuperan el control en las elecciones legislativas de noviembre.

Otra congresista republicana, la radical Marjorie Taylor Greene, sugirió en Twitter que se elimine la financiación al FBI.