Tres políticos, entre ellos el actual presidente interino de Sri Lanka y ex primer ministro Ranil Wickremesinghe, presentaron este martes su candidatura a la presidencia del país, que será decidida mañana en una votación secreta en el Parlamento tras el abandono del cargo y la salida del país del exjefe del Estado Gotabaya Rajapaksa. Además de Wickremesinghe, el parlamentario Dullas Alahapperuma del Sri Lanka Podujana Peramuna (SLPP), la formación del depuesto Rajapaksa, y Anura Kumara Dissanayake de la coalición izquierdista NPP se disputarán la presidencia del país, informó el Parlamento.

La votación, que se llevará a cabo de forma secreta por los 225 legisladores que integran el Parlamento esrilanqués, tendrá lugar mañana a las 10.00 hora local (4.00 GMT).

Uno de los favoritos a las elecciones, el líder opositor Sajith Premadasa, anunció por sorpresa esta mañana que no presentaría su candidatura y mostró su apoyo por Alahapperuma, respaldado por una facción del SLPP mientras que otro bando de ese partido sostiene a Wickremesinghe. "Por el bien mayor de mi país que amo y la gente que estimo, retiro mi candidatura al puesto de presidente", dijo Premadasa en Twitter. El opositor añadió que su formación política, el Samagi Jana Balawegaya (SJB), "y nuestra alianza, y nuestros compañeros de la oposición, trabajarán por la victoria de Dullas (Alahapperuma)".

La elección de mañana llega tras el abandono del cargo y la salida del país del exjefe del Estado Gotabaya Rajapaksa entre masivas manifestaciones. Wickremesinghe, primer ministro bajo Rajapaksa y elevado a presidente interino tras la salida del dirigente, decretó ayer un criticado estado de emergencia.

El país isleño sufre desde hace meses escasez de medicamentos, alimentos y combustible, provocada en parte por el gran endeudamiento, erradas políticas gubernamentales, y el impacto de los atentados de Pascua y la pandemia en el turismo. Esta situación dio lugar a protestas por toda la isla desde finales de marzo, cuando miles de personas comenzaron a salir a las calles para pedir la dimisión de Rajapaksa por su gestión de la crisis económica. El pasado 9 de julio, centenares de manifestantes irrumpieron en las residencias oficiales de Rajapaksa y de Wickremesinghe, obligando a estos a huir y a anunciar su dimisión. Un anuncio con el que, sin embargo, solo Rajapaksa siguió adelante al renunciar a su cargo como jefe de Estado el pasado viernes desde Singapur, donde había llegado un día antes procedente de Maldivas, tras huir el miércoles de Sri Lanka.