El líder norcoreano, Kim Jong-un, llamó a reforzar las "capacidades nacionales de defensa" en plena escalada de tensiones en la península coreana, y admitió las "carencias" del país ante la oleada de contagios de covid, durante una reunión clave de su Partido de los Trabajadores.

Kim lanzó este mensaje en el cierre de esta importante cita para decidir asuntos organizativos y prioridades políticas del régimen que se prolongó durante tres días y que concluyó en la víspera, según informaron este sábado los medios estatales.

Aunque no hizo ninguna alusión directa a Estados Unidos ni a Corea del Sur, Kim enfatizó la necesidad de seguir avanzando en el desarrollo armamentístico del régimen, tras haber realizado este año un número récord de ensayos de misiles y con todo listo para llevar a cabo un nuevo test nuclear en sus instalaciones subterráneas.

Junto al asunto de la seguridad, la mayor parte del plenario y de las intervenciones de Kim estuvieron dedicadas a la "severa crisis sanitaria" causada por el coronavirus, ante la cual el líder pidió "remediar las carencias y males en las tareas antiepidémicas", según recoge la agencia estatal KCNA.

Más capacidades defensivas

"La situación actual de seguridad conlleva el peligro de agravarse", dijo Kim, quien también urgió a que el país "logre la meta de aumentar sus capacidades defensivas lo antes posible" para apuntalar su soberanía y reafirmó el principio de "combatir el poder con poder", según la KCNA.

Estas directrices llegan después de que Pionyang haya realizado un número récord de test de misiles en lo que va de año, 18, entre ellos algunos de los temidos proyectiles balísticos intercontinentales (ICBM), y tras los sucesivos indicios detectados por Washington y Seúl en las instalaciones nucleares norcoreanas que apuntan a un nuevo ensayo atómico inminente, que sería el primero desde 2017.

Durante la sesión plenaria del partido único también se decidió el nombramiento como nueva ministra de Exteriores de Choe Son-Hui, hasta ahora vicecanciller norcoreana y quien anteriormente había estado a cargo de asuntos de armas nucleares y de las negociaciones sobre desarme con Estados Unidos.

El hasta ahora titular de Exteriores, Ri Son-gwon, pasará a ser el encargado de las relaciones intercoreanas, según recoge KCNA.

La península coreana vive cotas de tensión que no se veían desde hace cinco años debido a la insistencia del Norte en sus ensayos armamentísticos y a la postura más firme con la que están respondiendo Washington y Seúl, que incluye lanzamientos de sus propios misiles y ejercicios militares de mayor escala.

Estas maniobras ejemplifican la estrategia de "disuasión extendida" en la península por la que apuestan el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo surcoreano, el conservador Yoon Suk-yeol, que llegó al poder el pasado 10 de mayo, con quien el líder de la Casa Blanca se reunió en Seúl hace tres semanas.

"Nueva fase" ante la pandemia

Sobre la pandemia, Kim señaló la necesidad de "reforzar los cimientos del sistema sanitario" y de analizar las "carencias" detectadas durante el momento de "máxima emergencia", después de que el régimen confirmara el pasado 12 de mayo por primera vez la presencia de covid en su territorio.

"Únicamente cuando se aplique la política antiepidémica de forma estricta, científica y avanzada, ésta podrá ser exitosa", dijo Kim, quien pidió en este sentido "mejorar de forma continuada el sistema y los métodos" anticontagios.

El líder también afirmó que la estrategia del país ante la covid-19 "ha entrado en una nueva fase" centrada en las medidas de prevención de contagios, tras la etapa anterior basada en "bloqueo y erradicación" del virus.

El hermético régimen, que viene rechazando los envíos de vacunas propuestos por Corea del Sur o el fondo COVAX, reportó este mismo sábado 42.810 nuevos posibles contagios de coronavirus, lo que eleva el total acumulado a 4,39 millones de casos sospechosos de covid-19, cerca del 18 % de su población.

Los medios norcoreanos no ofrecieron datos adicionales sobre fallecimientos. La última vez que lo hicieron, una semana atrás, situaban en 71 las muertes posiblemente causadas por la covid-19, lo que arrojaría una mortalidad inusualmente baja que ha llevado a los expertos a dudar de la credibilidad de estas estadísticas.

Se desconoce el verdadero alcance de la pandemia en un país que permanece completamente cerrado del exterior desde que comenzó la crisis sanitaria global, y que según la alianza para la vacunación GAVI, habría aceptado recientemente donaciones de China y estaría administrando las primeras inyecciones entre su población.