El líder laborista británico, Keir Starmer, ha anunciado este lunes que dimitirá si la policía de Durham concluye que infringió las normas de aislamiento durante la pandemia del coronavirus y le impone una multa. El jefe de la oposición ha respondido con una apuesta de alto riesgo político a las presiones de las últimas semanas sobre un evento que tuvo lugar en abril de 2021, cuando tomó un 'curry' y una cerveza en la oficina de un diputado durante una visita de una campaña electoral local tras una jornada de trabajo.

En una declaración ante las cámaras, Starmer, antiguo jurista de alto rango, negó rotundamente haber participado en ninguna ilegalidad. "Tengo absolutamente claro que no se infringió ninguna ley. Se respetó en todo momento. Simplemente comí algo cuando estábamos trabajando tarde por la noche, como cualquier político antes de una elección. Pero si la policía decide ponerme una multa, voy por supuesto a hacer lo correcto y dimitir". Responder con el cese, señaló, es "cuestión de principios, honor e integridad". La número dos del partido, Angela Rayner, presente en aquel evento, ha confirmado que también dimitirá si es multada.

El jefe de la oposición ha sido durante meses muy crítico con Boris Johnson y las fiestas en Downing Street, que hasta el momento se han saldado con 50 multas. Entre los sancionados está el primer ministro y el titular de Finanzas, Rishi Sunak. Ninguno de los dos ha dimitido. "Contrariamente a esos en Downing Street, creo que los que hacen la ley no pueden simplemente saltársela", señaló Starmer, al que los conservadores estaban acusando de "dobles estándares".

Precedente de Cummings

La policía de Durham, en el noreste de Inglaterra, tiene ahora en sus manos el futuro del político. Es la misma fuerza involucrada al inicio del confinamiento en la escapada del principal consejero de Johnson, Dominic Cummings, quien viajó casi 500 kilómetros desde Londres para refugiarse en la granja de su padre. No le multaron. La investigación sobre Starmer durará en torno a dos meses.