La Policía del condado inglés de Durham anunció este viernes que investigará al líder del Partido Laborista, Keir Starmer, por presuntamente infringir la normativa anticovid en una reunión con colegas durante una campaña electoral en 2021.

El cuerpo policial del noreste de Inglaterra precisa en un comunicado, emitido después de las elecciones municipales de este jueves en el Reino Unido, que ha recibido nueva información que justifica reconsiderar los hechos, tras concluir entonces que no se rompieron las reglas.

"A principios de este año, la policía de Durham hizo una evaluación sobre si se habían infringido las normas de la covid-19 en una reunión en la ciudad de Durham el 30 de abril de 2021. En ese momento, se concluyó que no había indicios de delito y, por tanto, no se tomaron más medidas", dice en su nota.

Explica que, "tras recibir información significativa en los últimos días", ha revisado esa posición y ahora llevará a cabo "una investigación sobre posibles infracciones de las regulaciones" impuestas por el Gobierno británico en la pandemia.

Desde que el año pasado la prensa difundió un vídeo en el que aparecía bebiendo cerveza, Starmer ha sostenido que no rompió las normas de los confinamientos en ese acto en Durham debido a que se trató de "un evento de trabajo", una pausa para comer y beber algo en el despacho de la diputada local con sus colegas de campaña.

Sin embargo, en los últimos días la prensa ha difundido nuevos datos que cuestionarían esa versión, al sugerir que el encuentro tuvo lugar a altas horas de la noche con grandes cantidades de comida.

Un portavoz del Partido Laborista, que ha acusado a los 'tories' de promover las alegaciones, dijo hoy que responderán a "cualquier pregunta" de las autoridades y mantuvo que "no se quebrantó ninguna regla".

Por su parte, la portavoz de Interior de la formación, Ivette Cooper, insistió en que los hechos "son muy diferentes" a las fiestas ilegales organizadas en Downing Street durante la pandemia, por las que ha sido multado el primer ministro, el conservador Boris Johnson.

El escándalo por esos festejos, que estalló a finales del año pasado, ha pasado factura a los conservadores en las elecciones celebradas ayer, en las que han perdido terreno en partes de Inglaterra y sobre todo en Londres.

El laborista Starmer, en cambio, se ha anotado tres importantes consistorios londinenses tradicionalmente de derechas y ha hecho avances también en la región inglesa, aunque menos de lo que se esperaba.