Las autoridades rusas han anunciado este lunes un alto el fuego unilateral a partir de las 14.00 (hora local) para poder facilitar la puesta en marcha de un corredor humanitario con el que evacuar a los civiles que resisten junto a las tropas ucranianas en la planta metalúrgica de Azovstal, en la ciudad de Mariúpol.

El jefe del Centro de Control de Defensa Nacional, el coronel general Mijail Mizintsev, ha explicado que tanto las tropas rusas como las fuerzas de las milicias de la autoproclamada república de Donetsk han decidido cesar de manera unilateral "cualquier tipo de hostilidades" para asegurar así la salida de civiles.

"A partir de las 14:00 del 25 de abril de 2022 (...), las unidades se retiran a una distancia segura y aseguran la retirada de esta categoría de ciudadanos hacia cualquier dirección que elijan", señala la orden de las Fuerzas Armadas rusas, cuenta la agencia Interfax.

"Si todavía hay civiles en la planta metalúrgica, exigimos categóricamente que las autoridades de Kiev emitan de inmediato una orden adecuada a los comandantes de las formaciones nacionalistas para que los liberen", ha demandado Mizintsev.

Por su parte, la vice primera ministra de Ucrania, Irina Vereshchuk, ha negado la existencia del corredor anunciado por Rusia y ha aseverado que "desafortunadamente" no hay acuerdos entre las partes para abrirlos desde Azovstal.

Vereshchuk ha explicado que los corredores humanitarios se abren si existe acuerdo entre las dos partes y uno abierto unilateralmente por Moscú "no brinda seguridad y, por lo tanto, no es un corredor humanitario", ha recogido el portal de noticias ucraniano Babel.

La vice primera ministra ucraniana ha señalado también que las autoridades han pedido al secretario general de la ONU, António Guterres, que garantizara la apertura de un corredor para civiles en Azovstal.

"En particular, solicitamos que en la columna humanitaria estén presentes representantes de Naciones Unidas y del Comité Internacional de la Cruz Roja", ha matizado, antes de expresar que Kiev espara "efectividad" en las conversaciones entre Guterres y Rusia.

La semana pasada fracasaron los corredores humanitarios anunciados para evacuar a los civiles que todavía resisten en Mariúpol, uno de los principales objetivos que se ha marcado el presidente ruso, Vladimir Putin, para seguir avanzando en lo que ha denominado "operación militar especial".

Con uno de los principales puertos de todo el país, la ciudad de Mariúpol se antoja como una pieza clave en las aspiraciones de Moscú para evitar la salida al mar de Ucrania y unir a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk con la península de Crimea, también bajo el paraguas ruso.