Las repercusiones de la invasión rusa de Ucrania siguen haciéndose notar: los parlamentos nacionales de Finlandia y Suecia han iniciado sendos debates para plantear si solicitan su ingreso en la OTAN, tal y como ha informado Pekka Haavisto, el ministro finlandés de Exteriores, a su llegada al Consejo de Exteriores de Luxemburgo.

Tras la propuesta de seguridad presentada por el Ejecutivo de Finlandia, liderado por la socialista Sanna Marin, el parlamento comenzará esta semana a estudiar la cuestión. "Basándose en los debates, el Gobierno tomará su conclusión junto al presidente de la República", ha comunicado Haavisto a la prensa, aunque ha evitado dar un plazo para la posible solicitud.

La agresión sufrida por Ucrania ha convertido a este asunto en una cuestión de primer orden para Finlandia, país que tiene 1.300 kilómetros de frontera con Rusia. No obstante, se trata de un objetivo compartido con Suecia, que también ha comenzado un debate parlamentario parejo, tal y como ha explicado el ministro finlandés. Ambos países nórdicos están coordinando sus acciones, "aunque según la decisión final de cada país será independiente".

En este sentido, funcionarios de las dos naciones han trasladado al diario británico 'The Times' que ambas estarían listas para unirse a la OTAN "antes de verano", de manera que la Alianza Atlántica pasaría a con 32 miembros. Por el momento, Finlandia y Suecia son dos de los Estados miembros de la UE que no están también en la OTAN, aunque mantienen buenas relaciones con la alianza, participando de forma habitual en sus reuniones, así como en maniobras y operaciones militares.

El planteamiento del verano como fecha probable no es casual, ya que a finales de junio tendrá lugar en Madrid la cumbre ordinaria de líderes de la OTAN, en la cual se prevé que los aliados acuerden el nuevo concepto estratégico, influido por el contexto de la guerra en Ucrania. Dicha cumbre sería el escenario idóneo para formalizar la entrada en la alianza de Finlandia y Suecia. Un ingreso que, según ha señalado Jens Stoltenberg, el secretario general, podría ser rápido a la vista del alto nivel de alineamiento con los estándares de la OTAN.

Adhesión de Moldavia y Georgia a la UE

Por otro lado, la Comisión Europea ha entregado este lunes el cuestionario de adhesión a la Unión Europea a Moldavia y Georgia, dos países que siguieron la estela de Ucrania y solicitaron su ingreso formal en el bloque tras la invasión rusa de Ucrania.

Se trata del primer paso para el ingreso de ambos países en el bloque europeo, puesto que el documento es la pieza central del dictamen que elabora el Ejecutivo europeo para redactar su examen sobre las opciones de un país candidato a acceder al club comunitario.

En base a las respuesta a este formulario, Bruselas emite un dictamen sobre las condiciones y nivel de alineamiento del país aspirante a ingresar en el bloque.

El acto ha tenido lugar en Luxemburgo, donde el comisario de Ampliación, Oliver Varhelyi, participa en el Consejo de Asuntos Exteriores, cita que ha contado con los ministros de Exteriores de Moldavia y Georgia. "Este es el primer paso en la senda europea. Estamos listos para trabajar con vosotros muy rápido para emitir la opinión al Consejo Europeo, como nos fue encomendado", ha señalado el comisario húngaro en una reunión con el ministro georgiano, Ilia Darchiashvili.

Poco después ha tenido el mismo acto con el responsable de Exteriores moldavo, Nicu Popescu. En un mensaje similar, Varhelyi ha recordado que "cuanto más rápida sea la respuesta al cuestionario, antes estará lista la opinión del Ejecutivo comunitario".

Bruselas se ha comprometido a acelerar todos los procesos relativos a estos países, en especial en el caso de Ucrania, en clara señal de respaldo a la agresión militar rusa. Así lo expresó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que dijo que una vez Kiev complete el cuestionario, la Comisión puede completar el dictamen en cuestión de semanas.

Fuentes europeas señalan que el proceso con Ucrania no está siendo al uso por las circunstancias especiales que atraviesa el país y recuerdan que Bruselas redactará su evaluación lo antes posible en cuanto cuente con las respuesta de Kiev, que se ha comprometido a completar pronto el formulario.

Una vez se conozca la opinión técnica de Bruselas, el asunto volvería a los Veintisiete que en una cumbre a nivel de líderes debe decidir los siguientes pasos. Aunque el Ejecutivo europeo no contempla plazos, de cara a la cumbre ordinaria de junio podría estar listo el trabajo si todas las partes avanzan con la celeridad prometida.