El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado este domingo su repulsa contra los "crímenes de guerra" que se están cometiendo en la localidad ucraniana de Bucha. "No pueden quedar impunes".

"Horror, dolor e indignación ante las terribles imágenes que nos llegan desde la localidad ucraniana de Bucha. Los crímenes de guerra que se están cometiendo no pueden quedar impunes", ha escrito Sánchez en un mensaje en su perfil de Twitter.

Asimismo, ha enviado la solidaridad de España "ayuda y apoyo al pueblo ucraniano", ha añadido.

En los mismo términos ha escrito en la red social el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha pedido este domingo investigar los "crímenes de guerra" perpetrados en la localidad de Bucha.

"Imágenes insoportables de Bucha tras la retirada de las tropas rusas que nos indignan profundamente", ha publicado Albares en su cuenta en Twitter.

"Toda mi solidaridad con las víctimas de esta barbarie. Los crímenes de guerra deben ser investigados rápidamente y sus responsables castigados", ha añadido.

La UE promete sanciones

Horas antes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha prometido nuevas sanciones de la Unión Europea tras acusar al Ejército ruso de cometer "atrocidades" en la ciudad ucraniana de Bucha, al norte de Kiev y recientemente liberadam, en la que Ucrania ha denunciado que se ha hallado una fosa común con 57 civiles muertos.

"Consternado por las espantosas imágenes de las atrocidades cometidas por el Ejército ruso en la región liberada de Kiev", ha hecho saber Michel en un mensaje en Twitter, acompañado de la etiqueta "Masacre en Bucha".

Michel ha prometido al Gobierno ucraniano y a las ONG el comienzo de una "recopilación de las pruebas necesarias para perseguir el caso en los tribunales internacionales" antes de prometer que "ya están en camino nuevas sanciones de la UE y más apoyo".

También se unió a la condena el secretario general de la ONU, António Guterres, ha manifestado este domingo su "conmoción" por las imágenes de civiles muertos en la localidad ucraniana de Bucha, a las afueras de Kiev, y ha pedido una investigación independiente sobre lo ocurrido.

"Estoy profundamente conmocionado por las imágenes de civiles muertos en Bucha, Ucrania. Es esencial que una investigación independiente encabece una rendición de cuentas eficaz", ha apuntado Guterres en un escueto comunicado.

De momento, el ministro de Finanzas alemán y miembro clave de la coalición de Gobierno, Christian Lindner, ha anunciado que convocará este lunes a sus aliados europeos para discutir un endurecimiento de las sanciones contra Rusia tras denunciar "crímenes de guerra" cometidos por las tropas rusas en las zonas próximas a Kiev, de las que se han retirado en las últimas horas, empezando por ciudad de Bucha.

"A partir de mañana (lunes) discutiremos con nuestros socios cómo podemos endurecer aún más las sanciones contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin", ha hecho saber Lindner en su cuenta de Twitter. "Las imágenes de Bucha demuestra el carácter criminal de la guerra contra Ucrania. Es insoportable", ha añadido.

El vicecanciller alemán Robert Habeck, y la ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, se han sumado a Lindner en su condena y confirmado la convocatoria. "Este terrible crimen de guerra no puede quedar sin respuesta", ha declarado Habeck al diario 'Bild'.

Por su parte, el ministro de Exteriores alemán, Jean-Yves Le Drian, ha condenado también "en los términos más enérgicos tales actos que constituyen, si se confirman, crímenes de guerra".

"Trabajaremos, junto con nuestros socios, las autoridades ucranianas y las jurisdicciones internacionales competentes, en particular el Tribunal Penal Internacional, para garantizar que estos actos no queden impunes y que los responsables sean juzgados y condenados", ha hecho saber en un comunicado.

En el ámbito de las sanciones, el ministro de Exteriores francés ha apostado por "mantener y reforzar la presión económica e internacional sobre Rusia" para "obligar a las autoridades rusas a poner fin a la guerra de agresión que lanzaron el 24 de febrero contra Ucrania y cuyo precio humano e impacto humanitario es cada día más alto".

Este domingo, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha acusado a las fuerzas rusas de orquestar una "masacre" en Bucha y ha pedido al G7 que emita una serie de "nuevas sanciones devastadoras" contra Moscú, con carácter inmediato.

Cadáveres en mitad de las carreteras de Bucha. RICARDO MIR DE FRANCIA

"La masacre de Bucha ha sido deliberada. El objetivo de los rusos es el de eliminar a todos los ucranianos que puedan. Tenemos que detenerles y echarles a patadas", ha declarado a través de su cuenta de Twitter.

"Demando nuevas y devastadoras sanciones del G7 ahora", ha añadido el ministro, antes de proponer un embargo sobre el petróleo, el gas y el carbón rusos, el cierre de puertos a todos los barcos y bienes de Rusia, y la desconexión de todos los barcos rusos del mecanismo de intercambio financiero SWIFT.

Uno de los asesores de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, había acusado este sábado a Rusia de maniatar y asesinar a los civiles que las tropas ucranianas han encontrado sin vida tras recuperar la ciudad, al noroeste de Kiev.

"Los cuerpos de personas con las manos atadas, que han sido asesinadas a tiros por soldados rusos, yacían en las calles. Estas personas no estaban en el Ejército. No tenían armas. No representaban ninguna amenaza. ¿Cuántos casos más están ocurriendo ahora mismo en los territorios ocupados?", ha expresado Podoliak en su cuenta de Twitter.

Podoliak ha compartido una imagen donde se muestran varios cuerpos en el suelo, uno de ellos con las manos visiblemente atadas a la espalda.

Rusia lo niega

En este sentido, el Ministerio de Defensa ruso ha desmentido este domingo que sus fuerzas hayan cometido crímenes de guerra durante su ocupación de la ciudad de Bucha, cerca de la capital, Kiev.

En un comunicado recogido por TASS, el Ministerio asegura que, durante el tiempo que Bucha estuvo bajo el control de las Fuerzas Armadas Rusas, "ni un solo residente local sufrió acciones violentas".

El Ministerio asegura que "todas las unidades rusas abandonaron por completo Bucha el 30 de marzo" tras varios días de bombardeos de las fuerzas ucranianas. Asimismo, Moscú recuerda que, un día después de la retirada, el alcalde de Bucha "confirmó que no había militares rusos en la ciudad sin mencionar nunca la existencia de residentes acribillados en las calles".