Los medios de comunicación financiados por Rusia no tendrán cabida en YouTube. La plataforma digital de vídeo, la más importante del mundo, ha anunciado este viernes que bloquea con efecto inmediato y a escala global el acceso a los canales propagandísticos al servicio del Kremlin.

El pasado 1 de marzo, YouTube anunció que, en línea con lo exigido por la Unión Europea (UE), bloqueaba los canales del canal RT y de la agencia Sputnik, consideradas parte esencial de la maquinaria de desinformación rusa. Hoy, la plataforma propiedad de Google amplía esa restricción a nivel mundial, lo que golpeará aún más a esos medios.

El gigante del vídeo ha detallado que desde el 1 de marzo ha eliminado más de 1.000 canales y más de 15.000 vídeos por violar distintas de sus políticas de moderación de contenidos, entre las que estarían la difusión de bulos, los llamados al odio y a la violencia o la publicación de contenido gráfico sobre la guerra que Rusia está desplegando sobre Ucrania.

En respuesta a la invasión militar lanzada por Moscú, YouTube ya puso en pausa todos los anuncios en la plataforma en Rusia. Justo este jueves amplió esta medida al anunciar que suspendía la monetización para todos los usuarios rusos.

La decisión de la plataforma tensa aún más la cuerda entre el gobierno ruso de Vladímir Putin y los gigantes tecnológicos. Entre la represión informativa del Kremlin y las propias decisiones de boicot esas compañías, ya se han retirado del país o limitado sus servicios Apple, Facebook, Instagram, TikTok, Twitter, Microsoft, Amazon o Netflix, entre otras. Este viernes se ha confirmado que Moscú prohibirá el uso de Instagram, la tercera red social más popular de Rusia, por la decisión de Meta (su propietaria) de permitir la publicación de comentarios violentos en contra de los soldados rusos o de su presidente.