Amazon trabaja con proveedores chinos vinculados al trabajo forzado. El gigante comercial estadounidense recurriría a hasta cinco empresas de la región de Xinjiang vinculadas a la explotación de mano de obra forzada, según desveló este lunes un informe de Tech Transparency Project.

Como otras grandes compañías tecnológicas o del sector textil, Amazon lleva años externalizando parte de su cadena de producción en países como China, donde los trabajadores tienen sueldos más bajos y menos derechos laborales. Esos proveedores producen varios dispositivos para la empresa que después se venden en todo el mundo como el altavoz inteligente Echo, el libro electrónico Kindle o el dispositivo Fire TV. Unos bienes que podrían estar manchados por la explotación de empleados de la minoría étnica uigurmusulmanes perseguidos en China.

Amazon afirma que "no tolera a los proveedores que trafican con trabajadores o que explotan de cualquier otro modo a los trabajadores mediante amenazas, fuerza, coacción, secuestro o fraude". Sin embargo, esos informes señala que tres de sus proveedores chinos se han servido directamente del trabajo forzado mientras que otras dos recurren al trabajo de fábricas involucradas en esa explotación.

Minoría étnica reprimida

La investigación acusa directamente a Amazon de seguir cooperando con empresas que se sirven de esta minoría uigur a pesar de su documentada represión. A modo de ejemplo, el TTP informa que el gigante del comercio electrónico siguió trabajando con una de esas empresas, Esquel Group, incluso un año después que el gobierno de Estados Unidos sancionase a una de sus filiales por esa misma explotación laboral. Washington ha intensificado las sanciones para evitar que sus empresas hagan caja con la explotación forzada, algo que también hace Apple.

Los uigures son una etnia minoritaria que se concentra principalmente en la región de Xianjiang y que, a diferencia de la etnia Han (mayoritaria en China), hablan un idioma túrquico y profesan el islam como religión. En 2009 se produjeron violentos enfrentamientos étnicos en esa parte del país causando 200 muertos y más de 2.000 heridos. En los últimos años, Pekín ha intensificado su represión, siendo desplazados y vigilados constantemente en campos de internamiento e incluso víctimas de esterilizaciones masivas forzadas. Según remarca el TTP, China traslada a los uigures a fábricas de todo el país donde se les fuerza a trabajar contra su voluntad.