El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado este martes un veto a la importación de energía rusa a su país. Esa prohibición, que afecta al petróleo, el gas natural licuado y el carbón, representa una escalada en las agresivas medidas de castigo a Rusia por la invasión de Ucrania y Biden la ha adoptado en consulta con los aliados europeos pero sin ellos, dado que Europa, mucho mas dependiente que EEUU de los combustibles fósiles rusos, rechaza por ahora una prohibición similar.

“Es otro potente golpe a la máquina de guerra de (Vladimir) Putin”, ha dicho en la Casa Blanca al realizar su anuncio Biden, que ha admitido que la nueva sanción elevará aún más el precio del combustible y ha reconocido también que “muchos de los aliados europeos no podrán unirse” al castigo. “Nosotros podemos tomar este paso y otros no pero estamos trabajando estrechamente con Europa y nuestros socios para desarrollar una estrategia a largo plazo para que reduzcan también su dependencia de la energía rusa”, ha dicho.

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Medidas más suaves en Europa

En Reino Unido el ministro de Empresa y Energía, Kwasi Kwarteng, ha anunciado este martes un plan gradual que acabará a finales del año con el fin de las importaciones de crudo y productos refinados rusos. La medida por ahora no afecta al gas, pero Kwarteng ha dicho que se están “explorando opciones” para acabar también con esas importaciones.

La Comisión Europea, mientras, ha presentado un plan para reducir en dos tercios las importaciones de gas ruso este año. “Debemos independizarnos del petróleo, carbón y gas rusos”, ha dicho en un comunicado Ursula von der Leyen. “Simplemente no podemos depender de un proveedor que nos amenaza explícitamente”.

Para la Administración de Washington es más fácil que para Europa adoptar la prohibición. El crudo ruso representó solo el 3% del que EEUU importó en 2021 y cuando se unen todos los productos de crudo y petróleo esas importaciones rusas fueron el año pasado alrededor del 8% de las totales, que en EEUU provienen sobre todo de Canadá, México y Arabia Saudí. En Europa, en cambio, el crudo ruso es el 27%. En términos de gas natural la divergencia es aún mayor: mientras que EEUU no lo importa de Rusia, en Europa representa el 40%, y en Alemania llega al 50%.

Día trece de invasión a Ucrania

Día trece de invasión a Ucrania Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: Reuters

Presión del Congreso

Biden ha asegurado que su veto tiene “fuerte respaldo bipartidista en el Congreso y en el país”, donde encuestas de opinión ratifican el apoyo ciudadano a la prohibición. Pero en su decisión ha pesado especialmente la presión de las cámaras, donde se estaba tramitando ya una propuesta legislativa para vetar las importaciones de crudo y suspender las relaciones comerciales con Rusia y Bielorrusia.

Esa proposición de ley ha cosechado respaldo tanto del Partido Demócrata como del Republicano, reforzado después de que representantes y senadores mantuvieran una conferencia el fin de semana con el presidente ucranio, Volodimir Zelenskique les urgió a adoptar la prohibición. Nancy Pelosi lo va a someter a votación este mismo martes en la Cámara Baja y, aunque quedará pendiente la acción en el Senado, Biden ha querido adelantarse al legislativo.

Impacto en EEUU

El paso dado por Biden tiene un potencial impacto político para el demócrata, que a ocho meses de las elecciones legislativas de mitad de mandato enfrenta un complicado momento por la frustración ciudadana con la fuerte inflación. Ese aumento de precios, el mayor en cuatro décadas en EEUU, está en parte motivado por las subidas de costes del combustible, que como ha reconocido Biden van a elevarse aun más, como la volatilidad, con las nuevas sanciones. El precio de la gasolina en un país dependiente del coche ha superado los cuatro dólares por galón.

También otros pasos dados por Biden le colocan en aguas pantanosas políticamente. Las críticas arrecian desde filas republicanas pero también desde su propio partido después de que se confirmara que el fin de semana dos altos cargos de su gobierno se reunieron con representantes del gobierno de Nicolás Maduro en Caracas, en un intento de acercamiento a Venezuela como parte de la estrategia para paliar el golpe económico, político y diplomático de las sanciones a Rusia.

El presidente estadounidense, Joe Biden. EP

Reacción de Rusia

Queda ahora por ver la respuesta rusa al anuncio de Washington pero se podía avanzar ya el lunes, cuando Alexander Novak, viceprimer ministro, advirtió que “está totalmente claro que el rechazo del petróleo ruso llevaría a consecuencias catastróficas para el mercado global” y amenazó con cortar el suministro de un gasoducto a Alemania.

Ya antes de la invasión las exportaciones de energía representaban un tercio de los ingresos del gobierno ruso, y el sector se ha hecho más lucrativo aún con los precios en alza desde que empezó la invasión. Rusia es el tercer productor mundial de crudo, responsable de más del 10% de la producción global, y el segundo exportador de petróleo tras Arabia Saudí, responsable del 7% del mercado global y de la mitad del de Europa. Es también el mayor exportador de gas natural.