17 días después de que empezaran en Canadá las protestas que han paralizado el centro de Ottawa y han bloqueado varios puentes vitales para el comercio entre el país y Estados Unidos, el primer ministro, Justin Trudeau, ha anunciado este lunes que invocará la Ley de Emergencias para acabar con lo que ha llamado una “ocupación ilegal que necesita acabar”. “Estas no son manifestaciones pacíficas”, ha remarcado Trudeau.

La norma da amplias autoridades al gobierno federal, incluyendo la capacidad de limitar derechos civiles, pero Trudeau ha asegurado que las medidas que se apliquen bajo su amparo serán “limitadas, responsables y razonables”. Ha insistido en que no se usará al ejército para acabar con las manifestaciones y ha asegurado que solo se dotará de más “herramientas” a la policía para "restaurar el orden" donde las protestas "constituyan actividades ilegales y peligrosas".

"No usamos la Ley de Emergencias para llamar al ejército. No suspendemos derechos fundamentales ni anulamos la Carta Canadiense de Derechos y Libertades", ha asegurado Trudeau. "No limitamos la libertad de expresión ni de reunión pacífica y no estamos impidiendo que la gente ejercite su derecho de protestar legalmente", ha asegurado.

Un paso excepcional

La ley de 1988 nunca se ha invocado y solo se aplicó una vez en tiempos de paz en su versión previa, justamente por el padre de Trudeau, que en 1970 envió tropas a Montreal para combatir una ola de terrorismo de separatistas violentos de Quebec. Aunque las medidas entran en vigor inmediatamente, la norma tiene un mecanismo que obliga a que su implementación sea revisada en los próximos siete días por el Parlamento, que puede revocar su uso.

Además, aunque el uso de la emergencia cubre todo el país, Trudeau ha insistido en que “solo se aplicarán donde se necesiten”. Ya antes del anuncio oficial varios líderes provinciales, especialmente pero no solo conservadores, han mostrado su oposición a la aplicación en sus territorios, incluyendo en la sesión de consultas que Trudeau ha mantenido con ellos, un paso al que también le obliga la ley.

"Seguir el dinero" 

Varias de las herramientas que se van a aplicar se destinarán a luchar contra la financiación de las protestas, en las que se ha detectado corrientes extremistas y que hasta ahora se ha organizado en dos plataformas de crowfunding y en las que se han identificado donaciones extranjeras. “Hay que seguir el dinero”, ha dicho en la rueda de prensa del gobierno la vice primera ministra, Chrystia Freeland, que ha anunciado que se ampliarán las normativas contra lavado de dinero y financiación del terrorismo” para incluir plataformas de crowfunding y critpomonedas.

"Sabemos que estas plataformas se están usando para apoyar actividades ilegales que están dañando la economía", ha dicho Freeland, que es además ministra de economía y ha explicado que los bancos podrán inmediatamente congelar o suspender con una orden judicial las cuentas personales o de negocios de gente involucrada en los bloqueos y se podrá suspender el seguro de los vehículos que se usen en los "bloqueos ilegales".

También Trudeau ha denunciado “el impacto de las redes sociales y de financiación ilícita de actividades organizadas diseñadas para desestabilizar el país” en la rueda de prensa y ha recordado que Canadá es uno de los países con el índice de vacunación más alto. “Es un tema que no divide a los canadienses”, ha asegurado. Las protestas nacieron inicialmente por la oposición de algunos camioneros a las restricciones que les impedían viajar entre Canadá y EEUU si no estaban inmunizados pero se fueron extendiendo y ahora recogen el rechazo a mandatos, máscaras y vacunas y también muchas reivindicaciones contra el gobierno.

“Alguna gente dirá que actuamos demasiado rápido y otra que debíamos haber actuado hace semanas. La realidad es que la ley de emergencias no es algo que tomar a la ligera”, ha dicho Trudeau defendiendo su actuación hasta el momento frente a las protestas.

Arrestos e incautaciones de armas 

La declaración de emergencia federal ha llegado el mismo día en que, después de arrestos el domingo, por fin reabriera el puente Ambassador, que une Windsor, en Ontario, y Detroit, en Michigan. Mientras, en otro puente que sigue bloqueado por los manifestantes en Coutts, Alberta, la Real Policía Montada del Canadá ha anunciado el arresto de 11 personas después de incautarse de armas de fuego.