Abogada y graduada del Colegio de Europa de Brujas, la cantera de diplomáticos y altos funcionarios europeosRoberta Metsola (Malta, 43 años) se convirtió por primera vez en diputada del Parlamento Europeo en 2013. Antes de entrar de lleno en la política europea, en representación de uno de los países más pequeños de la UE -que cuenta con solo seis eurodiputados-, trabajó como asesora legal en la delegación maltesa ante la UE desde 2004 hasta 2012 y fue asesora de la exjefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton. Dos puestos que le permitieron empezar a navegar en una burbuja europea donde ocupará a partir de ahora uno de los puestos más prestigiosos.

Aunque su perfil político dista mucho del de su antecesor en el cargo, el socialista italiano David Sassoli, la maltesa, que representa al ala más progresista de los conservadores europeos y es una apasionada de Europa, ha dejado una impresión positiva en buena parte del hemiciclo, particularmente en la comisión de de libertades civiles en la que ha trabajado en los últimos años, gracias a su talante negociador en cuestiones de política migratoria y su apoyo explícito al colectivo LGBTi. Su paso por el Bureau, el órgano que ayuda a preparar las sesiones plenarias, también le han perdido ganar peso e influencia.

Alud de críticas

Actual vicepresidenta primera de la Cámara -sustituyó en 2019 a la conservadora irlandesa Mairead McGuinness cuando esta fue nombrada comisaria europea de servicios financieros y mercados de capitales- su designación ha suscitado, sin embargo, muchas críticas en parte de la izquierda debido a su visión sobre los derechos reproductivos de las mujeres y su reiterada oposición al aborto, que sigue siendo ilegal en su Malta natal, y a lo que se ha opuesto en las resoluciones votadas por la Cámara. 

Pese a este obstáculo, la gran coalición ha decidido este martes apoyar su discurso de renovación y modernización. “Nuestra institución es única en el mundo, debemos reforzarla, no podemos tener miedo de hacer reformas. La próxima parte de la legislatura será una ventana de oportunidad para que el Parlamento Europeo sea más moderno”, ha dicho esta madre de cuatro hijos durante el discurso pronunciado antes de la votación. Metsola también ha hecho referencia al diálogo y a la política del pacto en la institución. "El Parlamento Europeo es el mejor ejemplo de Europa. Estamos en Estrasburgo como símbolo de la democracia, la reconciliación, la paz, del poder de Europa. No siempre es un equilibrio fácil pero la fuerza de los argumentos es lo que importa no la geografía”, ha reivindicado prometiendo un Parlamento Europeo más accesible y abierto a los ciudadanos.