La cuarta dosis de la vacuna es menos efectiva contra ómicron. Así lo ha demostrado un estudio preliminar del centro médico Sheba en Israel. “La vacuna, que fue muy eficaz contra las cepas anteriores, es menos eficaz contra la cepa ómicron”, ha afirmado la profesora Gili Regev-Yochay, investigadora principal del experimento. Hace apenas un mes, Israel se convirtió en el primer país del mundo en administrar una segunda dosis de refuerzo ante el aumento de casos alrededor del globo por la variante ómicron.

Esta medida fue celebrada y criticada a partes iguales por la ausencia de precedentes que justificaran la aplicación de una decisión tan poco investigada. También se vió como un gesto cosmético y precipitado del gobierno de Naftali Bennett para evitar la propagación del virus y un caótico escenario como al que se enfrentó su predecesor, Binyamin Netanyahu. Desde entonces, más de 500.000 israelís han sido inoculados con una cuarta dosis, la mayoría de la población mayor de 60 años. 

A su vez, el equipo del centro médico ha recomendado seguir vacunando solo a estos grupos de riesgo. “La conclusión es que la vacuna es excelente contra las [variantes] alfa y delta, pero para ómicron no es lo suficientemente buena”, ha razonado la también directora de la unidad de enfermedades infecciosas del hospital. “Ya sabemos que el nivel de anticuerpos necesarios para proteger y no infectarse con ómicron probablemente sea demasiado alto para la vacuna, incluso si es una buena vacuna”, ha concluido.

Cuarentena de cinco días

Por su parte, el gobierno de Bennett ha afirmado que seguirá con la campaña de vacunación. A pesar de la falta de datos hasta ahora, el primer ministro ha seguido adelante con la expansión del programa de la cuarta dosis. Los agresivos esfuerzos de inoculación de Israel no han sido capaces de detener un brote de la nueva variante durante las últimas semanas. Con niveles de infección récord, hay cada vez más israelís en el hospital, aunque el número de enfermos graves es mucho inferior al de las últimas olas y nadie ha muerto por ómicron. 

También esta nueva cepa ha obligado a gran parte de la sociedad israelí a estar en cuarentena, vaciando las aulas y las oficinas y forzando al país a un prácticamente confinamiento indirecto. Este martes el gobierno israelí ha anunciado que limitaba el periodo de cuarentena obligatoria de siete a cinco días para ayudar a mantener la economía en funcionamiento. Ante la iniciativa israelí de inocular por cuarta vez a su ciudadanía, la Organización Mundial de la Salud (OMSha instado a los países a retrasar los programas de refuerzo hasta que todo el mundo tenga acceso a las primeras dosis de la vacuna.