¿Francia ha endurecido las condiciones de acceso a los viajeros procedentes de España? ¿Además del pasaporte covid-19, se necesita un test negativo? ¿Las personas mayores tienen que ponerse obligatoriamente la tercera dosis? Cruzar los Pirineos y pasar unos días en las calles iluminadas de París o de otras localidades francesas es un posible viaje para muchos españoles en estas vacaciones navideñas. Ante la irrupción de ómicron y el empeoramiento de la situación epidémica en el Viejo Continente, surgen las dudas sobre las condiciones para entrar en otro país europeo. A diferencia de Italia, el Gobierno francés no ha endurecido sus exigencias a los viajeros de otros Estados de la Unión Europea.

¿Qué se necesita para viajar a Francia? Solo un pasaporte covid-19. Es decir, prácticamente los mismos requisitos que durante el verano. Este certificado homologado por la Unión Europea se obtiene en España a través de los respectivos portales de las comunidades autónomas. Lo disponen aquellas personas con una pauta de vacunación completa, un test negativo reciente o haberse curado del coronavirus en los últimos seis meses.

Test negativo de menos de 24 horas para los no vacunados

París exige desde principios de diciembre un test negativo a todos los viajeros procedentes de fuera de la UE, independientemente de si están vacunados o no. Es decir, este requisito no afecta los españoles. Y si están vacunados, no deberán hacerse ninguna prueba PCR ni de antígenos. En cambio, los españoles no vacunados (mayores de 12 años) sí que necesitarán un test negativo de menos de 24 horas.

En el caso de Francia, para disponer del pasaporte covid-19 es obligatorio haberse inyectado la tercera dosis siete meses después de la segunda. Esta condición solo afecta los residentes en el país vecino y no tiene ninguna repercusión en la validez del certificado sanitario europeo. Por consiguiente, a los españoles que quieran visitar el país vecino durante las fiestas no les exigirán la tercera dosis.

Bares y restaurantes abiertos

El Gobierno francés también prohibió la semana pasada los viajes no esenciales desde Reino Unido. Pero no contempla extender esta medida a los Estados miembros de la UE. De hecho, en el pasado invierno, cuando el país vecino estaba confinado y con un toque de queda a las seis de la tarde, los viajes de ocio entre España y Francia siguieron autorizados.

Aunque el número de casos diarios superó una media de 50.000 la semana pasada en Francia, el Ejecutivo de Emmanuel Macron prefiere evitar las medidas más impopulares, como los confinamientos y toques de queda nocturnos. Anunció el cierre de discotecas y la prohibición de los fuegos artificiales y conciertos para Nochevieja. También está examinando pedir el pasaporte sanitario para acceder a los puestos de trabajo. Hasta ahora se exigía en todo tipo de actividades de ocio, culturales y deportivas.

No obstante, los bares, restaurantes, museos y casi todos los establecimientos siguen abiertos y sin restricciones de aforo. Las mascarillas son obligatorias en espacios cerrados, pero no en los abiertos (poca gente las lleva). A pesar de ómicron, aquellos que quieran pasearse por los Campos Elíseos durante estas Navidades podrán hacerlo recuperando sensaciones anteriores a la pandemia.