La cita telemática de la pasada semana entre los presidentes Joe Biden y Vladímir Putin no ha tenido el esperado efecto balsámico en la tensión prebélica que agita en estos momentos al este de Europa. Lejos de calmar los ánimos, Rusia ha continuado concentrando tropas y material militar junto a la frontera común, al tiempo que sus responsables políticos han seguido profiriendo amenazas contra su vecino del oeste y realizando incendiarias declaraciones contra Occidente y la OTAN, a los que acusan de ignorar sus inquietudes de seguridad. Mientras tanto, a lo largo de la demarcación fronteriza, de las líneas de frente en la región del Donbás y del disputado mar de Azov, compartido por ambos estados, se multiplican los incidentes militares, tanto terrestres como marítimos, que Moscú no duda en calificar de "provocaciones".

En un lenguaje inusual y carente de sutilezas diplomáticas, Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores ruso, ha llegado a advertir que si su país no recibía garantías legales de que Ucrania jamás se integraría la Alianza Atlántica, la solución al conflicto sería "militar". "La falta de progreso en este tema conducirá a que la solución sea militar y político militar", ha prevenido Riabkov en una entrevista a la agencia Ria Nóvosti. "Los miembros de la Alianza Atlántica actúan a su antojo; no quieren tener en cuenta los intereses de nuestra seguridad", ha acusado. Según este responsable, su país exige ahora garantías jurídicas de que la organización no se expandirá hacia el este ya que en el pasado ya que, según su opinión, "los compromisos han sido incumplidos, incluso los políticos".

A sabiendas del impacto que consigue en los medios de comunicación occidentales en cada ocasión en que evoca públicamente a la URSS, el presidente Putin ha querido añadir durante el fin de semana más leña al fuego al vocalizar una vez más su nostalgia por el desaparecido imperio comunista, una entidad que muchos expertos piensan que intenta reeditar el líder del Kremlin con estos movimientos agresivos. "Fue una tragedia para muchos ciudadanos", ha asegurado el mandatario en un documental de próxima aparición cuyos extractos ya han sido filtrados por los medios rusos. Putin tampoco ha tenido reparo en identificar a la Unión Soviética con la Rusia actual, unas palabras de las que se concluye que Ucrania es una creación artificial de los enemigos del estado que preside con el objetivo de debilitarlo: "Después de todo, ¿Qué es el colapso de la Unión Soviética?: es el colapso de la Rusia histórica bajo el nombre de Unión Soviética".

Armamento recién llegado

Entre el armamento recién llegado en las últimas horas a las posiciones rusas que rodean el país eslavo se encuentran las célebres baterías de misiles tierra-aire Buk, que hace más de siete años se hicieron mundialmente famosas por ser el arma que, desde posiciones de las milicias prorrusas, derribó a un avión de pasajeros malasio que cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur, muriendo los 298 pasajeros y tripulantes que viajaban a bordo. "Estas informaciones nos permiten confirmar que, pese a la reunión entre Biden y Putin, la concentración de tropas de Rusia ha continuado en las áreas junto al territorio controlado por las autoridades ucranianas", ha escrito en Facebook Conflict Intelligence Team, una página web que monitorea los movimientos de tropas rusas en Siria o Ucrania. "Incluso si no hay una orden de ataque, esta amenaza permanecerá durante todo el 2022", previene la publicación.

En el mar de Azov, un incidente naval acaecido hace tres días y protagonizado por un decrépito buque ucraniano ha estado a punto de convertirse en la mecha que iniciase las hostilidades. El barco en cuestión, botado hace cinco décadas, fue interceptado por el Servicio Federal de Seguridad bajo la acusación de no obedecer órdenes. El apresamiento desencadenó un torrente de furibundas recriminaciones e insultos proferidos por incendiarios comentaristas próximos al Kremlin en las cadenas estatales rusas. RT, el canal internacional de noticia, inició una transmisión en directo de lo sucedido a través de YouTube. Además, el Ejército ucraniano ha acusado a Rusia de imponer restricciones a la navegación en el 70% del mar de Azov debido a unos ejercicios militares con artillería, que su Marina desarrolla en aguas próximas a los puertos ucranianos de Mariúpol y Berdyansk. Rusia quiere convertir a este mar en su "lago interior", sostiene un comunicado emitido por el alto mando de la Marina ucraniana.