El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha comparado la situación de desamparo a la que han quedado miles de personas en el sur del estado de Bahía tras el paso de las intensas lluvias este fin de semana con las medidas que los gobiernos locales impusieron en la región para hacer frente al avance de la pandemia.

"También hemos tenido muchas catástrofes el año pasado cuando muchos gobernadores o funcionarios de Bahía cerraron todos los comercios y obligaron al pueblo a quedarse en casa. El pueblo, en gran parte trabajadores informales, condenados a morir de hambre en casa", ha dicho el presidente brasileño.

Acompañado por algunos de sus ministros, Bolsonaro ha sobrevolado las zonas afectadas por unas violentas precipitaciones que por el momento han afectado a una treintena de ciudades, con algunos municipios casi por completo anegados. Al menos siete personas han muerto y otras 4.000 han tenido que dejar atrás sus hogares.

El Gobierno de Bolsonaro ha informado de que pondrá a disposición de las autoridades locales 5,8 millones de reales (cerca de 917.000) para atender las necesidades de los afectados a través del Ministerio de Desarrollo Regional, que repartirá dicha cantidad entre las 17 ciudades declaradas en estado de emergencia.

En las últimas horas, las precipitaciones han golpeado también al estado de Río de Janeiro. Si bien han caído con mucha menos intensidad que en Bahía, la capital carioca ha entrado en estado de alarma, después de que se hayan inundado algunos barrios y producido desperfectos en las infraestructuras con la caída de varios árboles

El alcalde de Río, Eduardo Paes, ha pedido a los ciudadanos en una entrevista para la cadena Globo que eviten los desplazamientos innecesarios, recordando que en situaciones así, con "lluvias y vientos muy fuertes", es necesario mantenerse en lugares seguros debido a la posible caída de árboles.