"Agradezco al pueblo por entregarnos la victoria". Pasada la medianoche, el presidente Nicolás Maduro se presentó frente las pantallas de televisión para anunciar el triunfo del oficialismo en las elecciones regionales y municipales. Acompañado de todo su equipo, Maduro dijo que el Partido Socialista Unido (PSUV) se quedó con 20 de los 23 estados regionales en una contienda de la que participó una parte de la oposición bajo la alianza llamada la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). "Somos una fuerza determinante de la historia de este país hermoso”, se jactó el presidente. Maduro llamó a "respetar los resultados" y al "diálogo político" con los partidos que intervinieron en la contienda.

La participación electoral ha sido baja: solo un 41,8% de los venezolanos en condiciones de votar acudieron a las urnas. "Hay que seguir recuperando la motivación por el voto”, reconoció, en alusión al 58,2% de abstención que algunas consultoras habían augurado con bastante precisión. El desencanto colectivo no atenuó el entusiasmo del Palacio de Miraflores en la medianoche de Caracas. Los comicios fueron por primera vez observados en 15 años por la Unión Europea, un panel de expertos de las Naciones Unidas y el Centro Carter, de Estados Unidos. Se espera un pronunciamiento de las misiones de observación internacional sobre lo ocurrido durante la jornada dominical.

El nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), conformado esta vez por tres rectores maduristas y dos opositores, limitó en parte los habituales abusos oficialistas, entre otros las presiones estatales ante la población a través de los recursos públicos. Más del 50% de los candidatos inhabilitados por el CNE pertenecieron al chavismo disidente .

El desatino opositor

Se han puesto en juego también 335 alcaldías, además de concejos municipales. La oposición pagó otra vez el precio de su división y falta de un horizonte común. Años atrás apostó por el abstencionismo. Esta vez, una parte importante de los adversarios del Gopierno aceptó intervenir de las elecciones, pero ese esfuerzo no le alcanzó para alterar las relaciones de fuerza ni motivar a una buena parte de los venezolanos, que se quedaron en sus casas.

"Casi nueve millones de venezolanos participaron el día de hoy. Una vez se tengan resultados totales por estados y municipios y la suma nacional haremos el necesario balance que corresponde. Vaya palabras de reconocimiento a todos los que trabajaron sin descanso en el proceso", dijo el ex gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles. "Hay una certeza después del 21N: Maduro seguirá siendo ilegítimo, desconocido y además investigado por la CPI. Ya él y su régimen saben las consecuencias de burlar las reglas democráticas. Estamos en dictadura, debemos salir de ella y el llamado es a luchar unidos hasta lograrlo", señaló por su parte el ex diputado Juan Guaidó, a quien Estados Unidos reconoce todavía como “presidente encargado” de Venezuela.

Contexto económico

Las elecciones tuvieron lugar en un contexto de devastación económica y social que Maduro volvió a atribuir a las sanciones de Estados Unidos. "Han tratado de echarle la culpa al socialismo de los problemas que ellos generan. Si estamos hoy victoriosos es porque hemos creado conciencia", sostuvo Maduro y llamó al "trabajo mancomunado" con los partidos que aceptaron las reglas de juego electorales para participar de la reactivación. El PIB se ha derrumbado un 75% durante los últimos ocho años de Gobierno. La pobreza, según cifras extraoficiales, golpea al 74% de la población. Según Maduro, por primera vez en mucho tiempo "la economía está creciendo" gracias al empuje de la industria petrolera. "La vida comienza a moverse con motor propio. Hay que restaurar el bienestar social y abrir la puerta a una nueva era de prosperidad. El año está terminando bien".

Impacto internacional de la contienda

Es una incógnita por el momento el impacto de las elecciones en el proceso de negociaciones con la oposición para resolver por consenso el conflicto político. El diálogo que patrocina Noruega y se venía llevando a cabo en México, se ha interrumpido meses atrás debido a la extradición a Estados Unidos de Alex Saab, un empresario colombiano que es acusado en un tribunal de La Florida de ser testaferro de Maduro. El Gobierno lo considera un patriota porque Saab contribuye a romper las sanciones económicas de Washington contra Caracas.

"La probabilidad de que estos resultados cambien la posición de Estados Unidos frente al reconocimiento de liderazgos opositores, la relación con el Gobierno interino (de Guaidó) y la política de sanciones luce baja y más cuando se producirán elecciones en Florida, que complican cambios de este tipo", sostuvo el consultor Luis Vicente León.