La propagación del covid-19 vuelve a coger velocidad de crucero en Europa. Todos los indicadores utilizados por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) muestran una tendencia creciente. Desde el número de casos notificados en los últimos catorce días, hasta las hospitalizaciones, los ingresos en cuidados intensivos o la cifra de fallecidos lo que sitúa el nivel de preocupación en un 8,3 en una escala de 10. “La situación epidemiológica general está caracterizada por un aumento rápido y elevado de los casos notificados y una baja tasa de mortalidad aunque aumentando lentamente”, alerta el ECDC en un análisis en el que alerta de que las hospitalizaciones y las muertes seguirán creciendo durante al menos las dos próximas semanas.

Según el último informe, el número de casos crece por quinta semana consecutiva en la Unión Europea y alcanza ya los 383,9 por 100.000 habitantes (316,4 la semana anterior), con una tasa de fallecidos de 35,5 por millón de personas (32,3 hace una semana) y un aumento de las hospitalizaciones en 24 de los 27 países de los que existen datos disponibles. Aunque la fotografía varía de un Estado miembro a otro, en una decena de países la situación epidemiológica es “muy preocupante”, una etiqueta que el ECDC reserva a Bulgaria, Croacia, Chequia, Estonia, Grecia, Hungría, Países Bajos, Polonia, Eslovenia y Bélgica. El diagnóstico de los expertos del ECDC apunta a que “los países con una tasa de vacunación más baja siguen siendo los más gravemente afectados”. La preocupación también es elevada en 13 países (entre ellos Alemania, Luxemburgo, Austria o Irlanda entre otros), “moderada” en otros tres (Portugal, Francia y Chipre) y “baja” en España, Italia, Malta y Suecia

“Casi 2 millones de casos de covid-19 han sido notificados en Europa durante la última semana, el mayor número en una sola semana en esta región desde que comenzara la pandemia”, ha alertado este viernes el director general de la Organización Mundial de la SaludTedros Adhanom, sobre un virus que estará resurgiendo con fuerza en los países con tasas de vacunación más bajas, particularmente el este de Europa, pero también en países con los niveles de vacunación más elevados. “Es otro recordatorio de que las vacunas no reemplazan la necesidad de otras precauciones”, ha añadido.

Regreso de las restricciones

Ante este panorama, algunos gobiernos europeos empiezan a endurecer de nuevo las medidas y restricciones o a pensar en confinamientos para atajar una cuarta ola. Es el caso Países Bajos que desde este sábado aplicará un confinamiento parcial” de tres semanas con cierre de tiendas, supermercados, bares y restaurantes las 20 horas, reducción del número de invitados en casa a 4 máximo, acontecimientos deportivos sin público y recomendación de nuevo del teletrabajo. 

El Gobierno de Austria -donde solo el 64% de la población está vacunada contra el covid-19- se plantea incluso ir más lejos y confinar desde la próxima semana a las personas no vacunadas o que no se hayan recuperado de la enfermedad, empezando por las regiones más afectadas. Aunque la medida ha sido rechazada por algunas regiones, que sostienen que los no vacunados ya tienen prohibido el acceso desde principios de esta semana a bares, polideportivos y eventos de más de 25 personas, el primer ministro Alexander Schallenberg considera que es la única vía de aumentar una tasa de vacunación en el país que es “vergonzosamente baja”.

Mientras tanto, en Bélgica, que se acerca a una media de 10.000 contaminaciones diarias con 472 camas de cuidados intensivos ocupadas y un pico de infecciones que podría llegar a finales de noviembre, el ministro federal de sanidad, Franck Vanderbroucke, ya ha avisado de que serán necesarias nuevas medidas para contener la cuarta ola. “No prevemos cerrar toda una serie de sectores pero serán necesarias medidas para frenar rápidamente la circulación del virus porque aunque las vacunas protegen de forma muy eficaz contra la enfermedad grave protegen menos contra la contaminación”, estima. 

Es algo que también planea hacer Dinamarca. En septiembre pasado eliminó todas las restricciones y ha decidido reintroducir la exigencia del pasaporte covid para acceder a bares, restaurantes y acontecimientos ante el avance de los contagios. En Alemania (con un 67% de personas con doble pauta) algunos de los estados federados más afectados también han adoptado nuevas restricciones, dirigidas particularmente a los no vacunados y el presidente del instituto Robert Koch, Lothar Wieler, ha reclamado un endurecimiento de las restricciones.