El Parlamento portugués ha aprobado este viernes una nueva ley de la eutanasia, después de que el Tribunal Constitucional rechazara el primer texto a principios de este año. En esa ocasión, siete de los 12 jueces del tribunal consideraron que algunos conceptos de la ley estaban poco claros y la dejaban demasiado abierta a la interpretación de los profesionales médicos. Con los cambios aprobados este viernes, los defensores del texto confían en que el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, descarte enviar de nuevo la norma al Constitucional.

Uno de los conceptos que suscitó las dudas del presidente y que llevó al rechazo del tribunal fue el de "lesión definitiva de gravedad extrema". El nuevo texto aclara que se trata de una lesión grave que obliga al paciente a depender de terceras personas o de tecnología para la realización de actividades elementales de la vida diaria, existiendo la certeza o la probabilidad muy alta de que estas limitaciones sean irreversibles. Los diputados también han aclarado otros conceptos como "sufrimiento intolerable" o "dolencia grave".

La norma ha contado con el apoyo de 138 diputados, principalmente de la izquierda, aunque tanto el Partido Socialista (PS) como el Partido Social Demócrata (PSD), de centro derecha, han dado libertad de voto a sus parlamentarios. El líder del PSD, Rui Rio, ha votado a favor del texto junto a otros 12 diputados de su formación, mientras que siete diputados socialistas han votado en contra. En total, la ley ha recibido 84 votos negativos y cinco abstenciones.

Quinto país europeo

En caso de que Rebelo de Sousa dé su visto bueno definitivo, Portugal se convertirá en el quinto país europeo en despenalizar la eutanasia. Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y recientemente España ya cuentan con legislaciones parecidas, mientras que otros países como Suiza permiten el suicidio asistido a través de la administración de medicamentos al paciente. En otros países como Estados Unidos o Australia, la eutanasia está permitida solo en algunos estados.