El presidente peruano Pedro Castillo ha cesado este miércoles a Luis Barranzuela. El ministro del Interior ha sido objeto de una fuerte polémica porque a pesar de haber prohibido celebraciones y otras aglomeraciones de personas organizó una ruidosa y concurrida fiesta en su casa el día de Halloween a la que acudió la policía. Barranzuela había aprobado poco antes una serie de restricciones estrictas para evitar los contagios de covid-19, que ya ha matado más de 200.000 personas en el país. A pesar de ello, se creyó por encima de la ley y se ha visto obligado a dimitir.

"Nuestro compromiso continúa siendo el de garantizar la gobernabilidad del país", dijo el mandatario, a través de las redes sociales. "Importante decisión de nuestro presidente. La estabilidad, el consenso y la paz social en nuestro país es nuestro compromiso a seguir #TrabajandoPorElPueblo", escribió en su cuenta de Twitter la primera ministra Mirtha Vásquez. La salida de Barranzuela había sido reclamada por la sociedad.

Mandato accidentado

Castillo tuvo que actuar deprisa en lo que se empieza a considerar como un nuevo capítulo de la gestión de Gobierno más accidentada de las últimas décadas. De hecho, Barranzuela es el cuarto ministro que tiene que irse por la puerta de atrás o salpicado por alguna controversia mediática. Cuando todavía no ha cumplido tres meses en el poder, el maestro rural ha roto amarras con otro integrante de Perú Libre, el partido de izquierdas que lo llevó como candidato a presidente. Esa formación, que lidera Vladimir Cerrón, se encuentra en pie de guerra con Castillo, aunque a veces simula respeto y lealtad.

El conflicto entre PL y Castillo es de tal intensidad que hay sectores de ese partido que no quieren ratificar en el Congreso el nombramiento de la premier Vásquez, quien proviene de otro sectores progresista y tiene una destacada trayectoria en los movimientos de derechos humanos. La congresista Kelly Portalatino celebró la renuncia de Barranzuela pero hizo saber su desacuerdo con la presencia de Vásquez en el Gobierno. "Ella representa a las oenegé, a los caviares, a un sector minoritario, y nosotros representamos a la masa popular". Los desacuerdos en el oficialismo son observados con atención por las fuerzas de derecha, cada vez más decididas a fijar un límite a Castillo.

La legisladora de Avanza País, Patricia Chirinos, dijo que su bancada no le dará la confianza a Vásquez. "¿Qué confianza les vamos a dar si todo el tiempo se están burlando de peruanos?". Por su parte, el magnate de ultraderecha Rafael López Aliaga, quien en la primera vuelta se ubicó en tercer lugar, muy cerca de Keiko Fujimori, ha propuesto promover en el Parlamento un moción de censura contra Castillo.