El líder supremo de los talibanes, el mulá Hibatulá Ajundzada, ha viajado a la provincia de Kandahar para reunirse con la cúpula del movimiento en sus conversaciones para la formación de un nuevo gobierno tras la victoria insurgente, según fuentes de los insurgentes a la cadena Tolo News.

Previamente, fuentes de la cadena Ariana ya habían avanzado la visita del mulá, una figura profundamente enigmática desde su llegada al poder en 2016, a la capital homónima de la provincia-santuario de los talibán, en el sur del país, donde habría permanecido por espacio de cuatro días.

El portavoz de los talibanes, Zabibulá Muyahid, había avanzado esta semana que el mulá "aparecería pronto, si Dios quiere", ante el silencio guardado por el líder del movimiento tras la conquista insurgente del país, que culminó el 15 de agosto con la toma de la capital, Kabul.

El mulá sucedió al fundador del movimiento, el mulá Omar, en 2013 tras su muerte --aunque no se conoció hasta julio de 2015--, y desde entonces vive completamente alejado de la luz pública salvo el discurso ocasional. De hecho, los talibanes no han distribuido oficiosamente nada más que una imagen de su rostro.

Su figura ha estado siempre rodeada de rumores sobre su salud. El medio afgano Hasht-e-Subh llegó incluso a informar que había muerto el año pasado en un bombardeo en la provincia paquistaní de Balochistán, aunque los talibán desmintieron inmediatamente estas informaciones.