El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha instado este lunes a las partes en conflicto en Afganistán, "especialmente a los talibán", a ejercer la "máxima moderación", asegurar la ayuda humanitaria y "proteger" a los civiles, después de que los insurgentes hayan conquistado la capital, Kabul.

Durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que se ha reunido para abordar la situación en el país asiático, Guterres ha destacado que las imágenes que llegan desde Afganistán muestran "caos, inquietud, incertidumbre y miedo" y ha recalcado que el conflicto ha obligado a "cientos de miles" de personas a abandonar sus hogares.

En este sentido, ha mostrado su "preocupación" por los relatos sobre "crecientes" violaciones de Derechos Humanos contra mujeres y niñas de Afganistán, de las que ha dicho que "temen" un regreso "a los días más oscuros". Por ello, ha hecho hincapié en que los derechos logrados "con mucho trabajo" por mujeres y niñas sean "protegidos".

"Hay mucho en juego. El progreso. La esperanza. Los sueños de una generación de jóvenes y niñas afganas, niños y hombres", ha lamentado el secretario general de Naciones Unidas, que ha incidido en que este es el momento de que la comunidad internacional permanezca "unida".

Así, Guterres ha reiterado el apoyo de Naciones Unidas a los afganos y ha asegurado que el organismo aún cuenta con personal y oficinas abiertas en áreas controladas por los talibán.

Los insurgentes lograron hacerse con el país en menos de dos semanas y, en su asalto final a Kabul, se esforzaron por lanzar mensajes en contra de la violencia. Así, cuando ya confirmaron oficialmente la entrada en la capital afgana dijeron que lo hacían para garantizar la seguridad y evitar un vacío de poder.