Más de 107.000 argentinos han muerto por Covid-19. La pandemia se desbocó a fines de 2020. Al principio del confinamiento, el virus pudo ser contenido y le dio tiempo al Gobierno del presidente Alberto Fernández para reconstruir un Ministerio de Salud que había sido degradado a secretaría durante la Administración anterior.

Esos días, Fernández aparecía ante las cámaras de televisión como consejero ante una población abrumada por las restricciones. Pedía esfuerzos y fustigaba a los transgresores. Ahora, sus palabras se le han vuelto en contra: en pleno julio de 2020, cuando ya se sentía el peso del encierro, la primera dama, Fabiola Yáñez, abrió las puertas de la residencia presidencial para festejar su cumpleaños con una decena de amigos. La divulgación de una fotografía en la que los participantes del agasajo se muestran sonrientes, amontonados y sin mascarilla, al lado de los anfitriones, ha provocado un escándalo.  

Una vez la imagen se hizo pública, el Gobierno peronista levantó un manto de sospecha y dejó entrever que había sido trucada. Pero los hombres y mujeres que posaron despreocupados coincidían con los nombres que aparecían en el registro de entradas de ese día a la residencia, ubicada en la periferia bonaerense. El jefe de ministros, Santiago Cafiero, se ha visto obligado este viernes a reconocer la veracidad de la fotografía y, como un malabarista, apagar el fuego de un incidente que la oposición de derechas ha recibido como un regalo del cielo cuando faltan tres meses para las elecciones legislativas. "Es evidente que fue un descuido. Se cometió un error que no debería haber pasado y estuvo mal", ha dicho sobre el insólito cumpleaños.

La vida cotidiana en Olivos ya había sido objeto anteriormente de escrutinio periodístico tras conocerse la presencia de actores y actrices en el predio. Se habían reunido con el presidente para plantearle su inquietud por la situación de los teatros y la industria cultural. Adversarios enconados de Fernández, especialistas en el ejercicio de la difamación, se atrevieron a especular con escándalos sexuales con una dosis de misoginia.

Cafiero no ha podido justificar la celebración privada de la primera dama en esos días del invierno austral, pero ha intentado minimizar el episodio. "Hoy no está en juego una foto sino cómo nos ponemos de pie, cómo salimos de la pandemia". El ministro ha cargado contra la oposición conservadora: "los que siempre se opusieron a las medidas de cuidado, ahora se rasgan las vestiduras".

Un 58% de los argentinos ha recibido la primera dosis de una vacuna. La campaña de inmunización es intensa y, a la vez, el único activo político de cara a los comicios para un Gobierno que no ha podido frenar la caída estrepitosa de la economía y el crecimiento de la pobreza.