La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha avisado este jueves al primer ministro británico, Boris Johnson, de que la Unión Europea no aceptará reabrir la negociación del protocolo para Irlanda del Norte acordado en el marco del Brexit, tal y como pretende Londres.

Ambos han hablado por teléfono este mismo jueves en una conversación solicitada por el 'premier' para explicar al bloque comunitario los detalles de la última propuesta británica, un documento presentado el miércoles en el que Londres reclama "cambios sustantivos" en el protocolo y amenaza con suspenderlo totalmente si la UE no acepta modificaciones.

Johnson, por su parte, ha defendido ante Von der Leyen que las condiciones actuales del protocolo son "insostenibles", por lo que cree que "no es posible encontrar soluciones dentro del mecanismo existente", según han informado fuentes del Gobierno británico.

La jefa del Ejecutivo comunitario ha "escuchado" a Johnson y después le ha trasladado "en términos muy claros" que la UE seguirá ofreciendo "flexibilidad y creatividad" para hallar soluciones "creativas", pero siempre "dentro del marco del protocolo", ha indicado una portavoz de Von der Layen, Dana Spinant. "La UE seguirá siendo creativa y flexible dentro del protocolo. Pero no renegociaremos", ha ahondado la propia Von der Leyen, a través de un mensaje difundido en Twitter tras su conversación con Johnson.

La presidenta de la Comisión ha añadido que ambas partes deben "garantizar conjuntamente la estabilidad y predictibilidad" en Irlanda del Norte.

El protocolo para Irlanda del Norte forma parte del pacto de divorcio negociado entre la Unión Europea y Reino Unido, cuyo acuerdo llegó in extremis a finales de 2020 y fue ratificado por los parlamentos británico y europeo. El objetivo del protocolo es evitar la vuelta a una frontera "dura" en el Úlster porque preocupa que lo contrario dañe la paz lograda con los Acuerdos de Viernes Santo.

Por ello, esta salvaguarda prevé controles aduaneros en el Mar de Irlanda sobre las mercancías que transitan desde Gran Bretaña a la provincia británica, y evitar así que su posterior paso a la República de Irlanda pueda dañar el funcionamiento del Mercado Único.

Reino Unido se queja de las fricciones económicas vinculadas a la aplicación del protocolo y suspendió su puesta en marcha, razón por la que Bruselas ha iniciado un expediente sancionador contra Londres mientras trata de consensuar una solución alternativa.

En este contexto, el ministro para el Brexit del Gobierno británico, David Frost, anunció el miércoles que cree que se dan las condiciones para suspender totalmente el protocolo pero que estaba dispuesto a negociar antes cambios sustanciales con la UE para evitar este extremo.

El vicepresidente de la Comisión Europea encargado de supervisar el Brexit e interlocutor directo de Frost, Maros Sefcovic, ya expresó el mismo miércoles en un comunicado que la UE rechaza de plano la renegociación aunque está abierta a discutir soluciones dentro de lo acordado. Además, subrayó la urgencia de cumplir con todas las disposiciones de esta salvaguarda para proteger la paz en el Úlster y la estabilidad del Mercado Interior, al tiempo que avisó a Londres de que es imperativo que cumpla con sus obligaciones legales en el marco del Derecho internacional en el que se encuadra este acuerdo.