El Parlamento de Turquía ha aprobado este domingo una prórroga de un año de las controvertidas medidas impuestas tras el intento de golpe de Estado ocurrido en el país hace cinco años.

El gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP) del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había pedido inicialmente una prórroga de tres años, mientras que el alto cargo del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP), Ozgur Ozel, ha acusado al Gobierno de buscar con esta medida prolongar el estado de emergencia decretado tras el levantamiento.

Específicamente, Ozel ha criticado que las medidas permitan mantener a los sospechosos en custodia hasta 12 días. Otras de las medidas prorrogadas es la posibilidad de que trabajadores de organizaciones estatales puedan ser despedidos acusados de formar parte de organizaciones terroristas que propiciaron el golpe.

El 15 de julio de 2016 miles de personas salieron a la calle para hacer frente a aquellos que pretendían sublevarse. Según cifras del Gobierno, más de 250 personas perdieron la vida.

En el intento de golpe participaron casi 8.000 soldados, 35 aviones (incluidos de combate), tres barcos, 37 helicópteros, 246 vehículos (incluidos 74 tanques) y cerca de 4.000 armas pequeñas, tal y como indica la agencia de noticias Anatolia.

El Gobierno ha acusado en numerosas ocasiones al influyente clérigo Fetulá Gulen y su movimiento Hizmet (Servicio) de estar detrás de la intentona. Erdogan y Gulen -que vive en el exilio desde 1999- eran aliados políticos hasta que la Policía y la Fiscalía, supuestos simpatizantes del clérigo, según el Gobierno turco, abrieron una investigación sobre corrupción en 2013 contra varios altos cargos del Ejecutivo.