Más de un cuarto de siglo después de haber sufrido los peores horrores, las víctimas musulmanas supervivientes a la guerra bosnia (1992-1995) esperan que este martes se confirme por fin la condena de cadena perpetua al excomandante serbobosnio Ratko Mladic decretada en 2017 en primera instancia.

"Para los sobrevivientes será una satisfacción si es condenado de lo que es culpable, de genocidio y crímenes de lesa humanidad. Merece la cadena perpetua", ha declarado Fena Fadila Efendic, presidenta de la Asociación 'Madres de Srebrenica', a la agencia local Fena.

Efendic, que perdió a su esposo y un hijo en la matanza cometida en julio de 1995 en esa ciudad del este de Bosnia-Herzegovina, estará pendiente del fallo definitivo que pronunciará el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI).

Ese organismo judicial de la ONU con sede en La Haya está encargado de tratar los últimos casos del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), que en noviembre de 2017 condenó a Mladic en primera instancia a cadena perpetua.

Fue el último gran juicio del TPIY, iniciado en 2012, un año después de la captura de Mladic en Serbia, tras 15 años de fuga.

La jueces internacionales lo hallaron culpable de diez cargos: del genocidio de Srebrenica, donde fueron asesinados al menos 8.000 musulmanes y otros miles sufrieron saqueo y violaciones, así como de cuatro crímenes de guerra y cinco de lesa humanidad.

La defensa apeló el veredicto por motivos de salud del detenido, de 78 años y conocido como el carnicero de los Balcanes, mientras que la Fiscalía presentó un recurso para que sea condenado por un segundo cargo de genocidio.

"Lo mínimo que podemos esperar del fallo final es la confirmación del existente, de la cadena perpetua", declaró a Efe Marko Attila Hoare, historiador británico, autor de varios libros sobre Bosnia y profesor en la universidad privada Sarajevo School of Science and Technology, en la capital bosnia.

Hoare considera que debería ser anulada la absolución de otros cargos de genocidio ya que, afirma, eso es lo que ocurrió en la ciudad occidental de Prijedor, y en otras cuatro localidades bosnias (Foca, Kotor-Varos, Sanski Most, Kljuc y Vlasenica).

"Sería corregir el engaño (...) de que el genocidio fue cometido en Bosnia-Herzegovina desde el verano de 1995, cuando en realidad ya estaba ocurriendo en el país desde 1992", afirmó.

Ya en ese año, más de 3.000 musulmanes y croatas, incluidos 102 niños, fueron asesinados o desaparecieron en Prijedor, y 50.000 personas fueron expulsadas.

Otras 30.000 fueron recluidas y maltratadas en tres campos de concentración en las proximidades de la ciudad.

Las autoridades serbobosnias de Prijedor habían ordenado a la población no serbia que marque sus viviendas con tela blanca y lleven una cinta blanca en el brazo como prueba de lealtad.

También el bosnio Satko Mujagic, exprisionero de la guerra y hoy activista por la paz, desea que el tribunal de La Haya reconozca que esos crímenes pretendían la aniquilación de todo un pueblo.

Un país dividido

"Aunque es difícil que (Mladic) sea condenado por ello, es importante que se pruebe el genocidio en Prijedor y otros municipios", dijo a Efe Mujagic.

Por otro lado, muchos serbios ven en Mladic un héroe, un soldado que les defendía y que fue injustamente condenado, y aspiran a su absolución.

"Quieren hacer un criminal de él y eso es inaceptable para el pueblo serbio y para mí como su presidente", dijo el domingo a la agencia de noticias serbobosnia Srna el copresidente serbio de la terna presidencial bosnia, el nacionalista Milorad Dodik.

Bosnia-Herzegovina es un país dividido, integrado por dos entes: la República Serbia y la Federación de musulmanes y croatas.

Con unos líderes nacionalistas y con frecuencia de retórica incendiaria, está aún lejos de la reconciliación, 26 años después de la guerra.

En declaraciones a Efe, Jasmin Medic, investigador del Instituto de la Historia de la Universidad de Sarajevo, lamenta que, de hecho, Mladic haya logrado uno de los objetivos que evidentemente buscaba.

"Puede dormir con calma. Ante todo, la entidad República Serbia, como su proyecto, ha persistido, y el objetivo estratégico de dividir a los pueblos parece bien logrado", dijo el experto.