La Policía francesa ha comenzado a primera hora de esta mañana una gran operación para desalojar a cientos de migrantes, entre ellos varios niños, en un campamento de refugiados de Calais.

La operación comenzó en torno a las 06.00 en varios hangares a lo largo de la carretera de Saint-Omer a Calais, en cumplimiento de una orden judicial del Tribunal Judicial de Boulogne-sur-Mer, informa el portal de noticias France Bleu.

El miércoles, tanto la alcaldesa de Calais, Natacha Bouchart, como el presidente del consejo regional de Hauts-de-France, Xavier Bertrand, exigieron al Ministerio del Interior el desmantelamiento inmediato de este nuevo campamento para "evitar la reconstitución de una nueva 'jungla'" (como se conocía a los campamentos del paso de Calais).

Tanto Bouchart como Bertrand denunciaron que este campamento fue escenario el miércoles de una gran reyerta que llegó a involucrar a una treintena de personas, y que derivó en la intervención de medio centenar de policías. Cuatro personas resultaron heridas.

La operación ha desalojado ya a entre 400 y 650 refugiados, según han informado por otro lado medios franceses citados por la agencia DPA. Los migrantes serán realojados, ha indicado en Twitter el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en centros de recepción y acogida.

Louis Le Franc, prefecto de Pas-de-Calais, ha anunciado que los servicios estatales procederán con la destrucción de estos hangares a partir de este viernes por la tarde, según 'Voix du Nord'.

No se tiene constancia de incidentes durante la operación de desalojo de estas personas, parte de la ola migratoria que usa la localidad francesa como escala para llegar a Reino Unido a través de la peligrosa ruta del Canal de la Mancha.