Voluntarios gazatíes cargados con escobas barrían este domingo, tercer día de tregua, las calles de la ciudad de Gaza, retirando la metralla, los casquetes, las rocas y el polvo que dejaron once días de escalada bélica.

La campaña 'Reconstruimos Gaza', lanzada por la municipalidad, sacó a cientos de jóvenes dispuestos a levantar sus vecindarios, cuando la comunidad internacional, una vez más, vuelve a echar cuentas para reconstruir la superpoblada franja palestina, lastrada por el bloqueo y tras otra operación militar israelí.

Un hombre trabaja en las tareas de reconstrucción de la ciudad. EFE

"Un mensaje que he escuchado repetidamente es que la gente en Gaza está más traumatizada que nunca, que se siente impotente y que ya no tiene esperanza. Los padres dicen que no pueden asegurar a sus hijos que esto no volverá a suceder. ¿Cómo hacerlo después de tantas guerras?", declaró este domingo la coordinadora humanitaria de la ONU en la región, Lynn Hastings, en una visita al dañado enclave costero.

Costes y retos

"Este es nuestro país y reconstruiremos todo lo que destruyó la ocupación (israelí). Mientras estemos vivos, lucharemos con una mano y construiremos con la otra", declaró a Efe, Samira Shayah, estudiante universitaria de 22 años mientras limpiaba el asfalto de la calle Omar al Mughtar.

Con un grupo de jóvenes, de diez hombres y seis mujeres, despejaban las carreteras llenas de escombros en torno a la torre Al Shoroq, que tenía catorce plantas, una de las cinco torres destruidas por los bombardeos israelíes en respuesta a los cohetes que lanzan las milicias de la Franja.

Voluntarios de la campaña 'Reconstruimos Gaza'. EFE

Durante el intercambio de fuego, los ataques de Israel por tierra y aire destruyeron gran parte de la infraestructura, incluidas carreteras y calles principales.

Más de mil unidades residenciales y comercios, 56 instalaciones educativas, seis hospitales y once clínicas han quedado afectadas y 800.000 personas tienen hoy problemas de acceso a agua regular, por los daños en el servicio de distribución, según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

El subsecretario del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda en Gaza, Naji Sarhan, aseguró que más de 10.000 viviendas resultaron parcialmente dañadas, según las estimaciones iniciales.

Sarhan calcula que las pérdidas económicas por la demolición de edificios e instalaciones residenciales ascienden a más de 123 millones, y que el Ministerio, controlado por el movimiento islamista Hamás, necesita al menos 287 millones para reconstruir el sector de la vivienda, que sufrió graves daños.

De más de 77.000 desplazados, alrededor de 50.000 palestinos que se refugiaron en las escuelas de la Agencia para los Refugiados palestinos en Oriente Medio (UNRWA), han ido regresando a sus hogares con la entrada en vigor el viernes de madrugada del alto el fuego, negociado por Egipto, entre Israel y el movimiento islamista Hamás.

Las oficinas gubernamentales, cerradas al inicio de las hostilidades el 10 de mayo, volvieron a operar hoy y el portavoz del Ejecutivo islamista, Salama Marouf, adelantó la creación de un consejo de reconstrucción formado por el gobierno de Hamás, organizaciones de la sociedad civil y donantes de los territorios palestinos y del exterior.

Asunto humanitario o político

La OCHA lanzará en los próximas días un llamamiento interinstitucional para apoyar los esfuerzos para abordar las nuevas necesidades humanitarias y liberará esta semana más de 14 millones de euros para "restaurar el acceso de las personas a servicios básicos, como atención médica y agua".

La respuesta humanitaria se ha activado, mientras, en política, la región espera la llegada este miércoles del secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, para afianzar la tregua entre Israel y las milicias palestinas, pero de momento nadie ha puesto en la agenda el bloqueo que lastra la economía de la Franja palestina, que una vez más tiene que ser reconstruida.

"La escalada ha exacerbado una situación humanitaria ya terrible en Gaza, generada por casi 14 años de bloqueo y divisiones políticas internas, junto con hostilidades recurrentes", dijo hoy Hastings, la coordinadora humanitaria de la ONU, quien pidió "un diálogo serio para lograr una solución justa y duradera para todos".

Los enfrentamientos de esta última escalada bélica, la peor desde 2014, han costado la vida de al menos 248 palestinos, incluidos 66 menores. Doce personas, dos de ellas menores, han muerto en Israel durante estos once días de intercambio de fuego.

"El potencial de esta zona costera es inmenso; se debe permitir que su economía funcione plenamente. Gaza debe abrirse y volver a conectarse con el resto de Palestina, incluida Jerusalén Este", demandó Hastings.