Uno de los exagentes que resultó intoxicado al registrar la vivienda de Sergei Skripal, el exespía ruso envenenado en la localidad británica de Salisbury en 2018, ha denunciado al cuerpo de Policía.

El agente, Nick Bailey, cayó enfermo en 2018 después de ser el primer agente en acceder a la casa de Skripal y su hija Yulia, quienes fueron encontrados indispuestos en un banco de la ciudad en el condado de Wiltshire. En octubre de 2020, Bailey decidió dejar el cuerpo de Policía por "no poder lidiar con el ambiente policial".

Los abogados de Bailey han presentado el caso ante el Tribunal Superior a principios de este mes en el que reclaman lesiones y pérdidas económicas contra el jefe de Policía, Kier Pritchard, según recoge BBC.

"Bailey experimentó un trauma que tuvo un efecto devastador en su familia y lo obligó a dejar el trabajo que amaba después de más de 18 años de leal servicio", ha dicho el abogado del exagente Patrick Maguire. "Esperamos llegar a una resolución muy pronto con la Policía de Wiltshire para que el señor Bailey y su familia puedan continuar el proceso de curación y seguir adelante con sus vidas", ha añadido.

Las autoridades británicas culparon a Rusia del envenenamiento de Sergei Skripal y de su hija a principios de marzo de 2018. La pareja se intoxicó con el Novichok que había en lo que supuestamente era un bote de perfume que encontraron en un contenedor de una organización caritativa. Moscú ha negado cualquier implicación.

Mientras que los Skripal, Bailey y otro agente que también cayó gravemente enfermo se recuperaron, otra víctima, Dawn Sturgess, murió tras entrar en contacto el perfume. La investigación sobre la muerte de Sturgess está abierta.