Las autoridades han apartado del caso al fiscal que insinuó que el adolescente mexicano-estadounidense de trece años Adam Toledo sostenía una pistola cuando fue tiroteado por un policía en Chicago el pasado 29 de marzo. Un vídeo de los hechos demuestra sin lugar a dudas que el niño no estaba armado.

El fiscal, James Murphy, ha sido suspendido de empleo con sueldo íntegro tras publicarse el vídeo. "La semana pasada un fiscal de nuestra oficina no presentó todos los hechos relativos a la muerte de un niño de trece años", ha explicado una portavoz de la Fiscalía estatal, Sarah Sinovic. "Hemos suspendido de empleo a ese individuo y hemos abierto una investigación interna al respecto", ha apuntado.

La misma Fiscalía estatal había reconocido previamente que Murphy "no se había informado adecuadamente" antes de su intervención ante el tribunal. "Este tipo de errores no pueden ocurrir (...). El vídeo habla por sí mismo", ha señalado el organismo en declaraciones recogidas por la filial de la NBC en Chicago.

La grabación de la cámara que portaba el agente fue publicada el pasado 15 de abril, dos días después de mostrársela a la familia del niño y 17 días después del incidente. También se han publicado varios vídeos de cámaras de seguridad que captaron lo ocurrido.

Las imágenes muestran al agente persiguiendo a Toledo en un callejón y gritándole para que se detenga. Toledo se para junto a una verja de un aparcamiento al final del callejón y se vuelve hacia el policía.

Entonces el agente grita "¡Ey, enséñame las ***** manos! ¡Tíralo, tíralo!" y realiza un disparo justo cuando en la imagen se ve al niño con las manos arriba y sin nada en las mismas. Toledo cae al suelo y el agente se acerca a él y solicita asistencia médica.

Dos minutos y medio después un segundo agente se acerca al lugar donde está Toledo y su cámara corporal graba una pistola en el suelo, tras la verja junto a la que se encuentra el niño.