Las cifras de covid-19 mantuvieron este viernes su tendencia a la baja en Portugal, con 577 contagios y 15 muertes, a tres días de que el país inicie un desconfinamiento gradual que cogerá más fuerza cuando pase Semana Santa.

Según el último boletín de la Dirección General de Salud (DGS), desde marzo de 2020 Portugal acumula 813.152 casos -de los cuales más de 46.000 están activos- y 16.650 fallecidos.

Las 15 muertes notificadas este viernes suponen un mínimo de casi cinco meses, mientras que la cifra de infecciones es inferior tanto al dato de ayer (627) como al del pasado viernes (949).

En los hospitales, la situación siguió mejorando y hay 1.046 pacientes ingresados con el virus, 56 menos que el dato del día anterior.

De ese total, 266 están en unidades de cuidados intensivos (7 menos), mínimo desde finales de octubre.

Portugal está confinado desde el 15 de enero pero a partir del próximo lunes empezará a aliviar las restricciones, con la apertura de guarderías y centros de enseñanza hasta el cuarto curso (9 años), librerías, peluquerías y otros centros de estética, inmobiliarias y concesionarios.

El deber de confinamiento se mantendrá hasta que pase la Pascua, y será después del período festivo cuando se empiece a abrir más la economía, siempre que la evolución de la pandemia no se salga de lo previsto por los especialistas y el Gobierno.

Las fronteras con España permanecerán cerradas hasta después del período vacacional, para evitar los habituales desplazamientos que se producen entre los dos países durante la Semana Santa.

De cara a la reapertura de las escuelas, el martes arrancará una campaña de test de rastreo a los trabajadores de los establecimientos de enseñanza, tanto públicos como privados.

Además, Portugal autorizó hoy la venta de test de covid en farmacias y parafarmacias durante, al menos, los próximos seis meses, como parte de su estrategia de desconfinamiento.