Varios manifestantes, incluido un menor, resultaron heridos este miércoles por disparos de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Myingyan, en una nueva jornada de protestas en Birmania contra la junta militar.

Uno de los portavoces del movimiento antijunta declaró a EFE que entre las víctimas hay al menos dos personas con pronóstico grave, una de ellas un adolescente herido en la cabeza, tras ser alcanzadas por los disparos efectuados por las autoridades.

Las manifestaciones en rechazo del golpe de Estado militar del 1 de febrero continúan este miércoles a lo largo del país a pesar de la brutal represión policial, que solo el domingo se cobró la vida de 20 manifestantes, la mayoría a causa de disparos de la Policía.

Las autoridades volvieron este miércoles a reprimir las protestas en Rangún, antigua capital y ciudad más poblada, con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras; sin embargo, una vez se calma la situación, los manifestantes regresan una y otra vez a las calles para proseguir con la protesta.

Los manifestantes exigen al Ejército, que gobernó el país con puño de hierro de manera ininterrumpida entre 1962 y 2011, restablecer la democracia, reconocer los resultados de las elecciones de noviembre y la liberación de todos los detenidos por los militares.

Desde el sublevamiento militar, al menos 1.294 personas han sido detenidas, incluida la depuesta líder del gobierno birmano, Aung San Suu Kyi, conforme al último balance de cifras de la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos (AAPP) en Birmania, que apunta que 306 ya han sido puestas en libertad.

Al menos 15 periodistas permanecían hasta el martes retenidos por los militares, entre ellos seis que son acusados de violar las leyes de orden público -delito penado con hasta 3 años de cárcel-, indicó el abogado de la agencia Associated Press, que cuenta con un fotógrafo entre los arrestados.

Reporteros Sin Fronteras condenó en un comunicado la "persecución" de la junta militar contra los profesionales de los medios de comunicación, que la agrupación birmana cifra en 34 desde el golpe de Estado.

Los ministros de Exteriores de Filipinas, Indonesia, Malasia y Singapur, condenaron el martes el uso de la fuerza letal por parte de las autoridades birmanas para aplacar el movimiento de oposición pacífico surgido tras la sublevación.

Los cancilleres, reunidos por videoconferencia durante una sesión informal de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) donde participó el ministro de Exteriores nombrado por la junta militar birmana, Wunna Maung Lwin, reclamaron al Ejército buscar una solución dialogada a la crisis política, para lo cual una de las condiciones indispensables, según indicaron, es la liberación de los políticos electos, entre ellos Suu Kyi.

El Ejército birmano justificó la toma de poder por un supuesto fraude electoral en los comicios de noviembre, donde observadores internacionales no detectaron ningún amaño y en los que arrasó la Liga Nacional para la Democracia, el partido liderado por Suu Kyi, como ya hiciera en 2015.