Alberto Fernández ha decidido pasar a la ofensiva y, tras atravesar una tormenta política inesperada, ha acusado a su antecesor, Mauricio Macri, de la "mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda, al endeudar a Argentina con 44.000 millones de dólares que se "han evaporado". El presidente ha abierto las sesiones anuales de la Asamblea Legislativa en pie de guerra, con una oposición que intenta llevarlo contra las cuerdas por su gestión de una pandemia que ha matado 52.000 personas y ha infectado a más de dos millones.

El presidente ha reconocido la lentitud con que llegan las vacunas, que ya han inmunizado a más de un millón de argentinos. También ha aludido al llamado 'vacunagate' que ha beneficiado a casi un centenar de dirigentes y allegados, y que ha forzado la dimisión del ministro de Salud, Gines González García.

"Tomé las decisiones que correspondían", ha dicho al respecto. Fernández ha recordado no obstante que cuando asumió el cargo en diciembre de 2019 se encontró con un "sistema de salud quebrado que dejaba vencer vacunas y permitía diseminar enfermedades que creíamos superadas". A pesar de esas circunstancias, ha destacado, ningún hospital ha colapsado en estos meses de propagación del virus.

Pero, sin duda, el momento más flamígero de su intervención ha sido cuando se ha referido a la deuda externa. Fernández ha instado a que se abra una "querella criminal" contra los responsables de una supuesta "administración fraudulenta" llevada a cabo por el Gobierno anterior. Ha precisado que en 2018 Argentina atravesó una crisis financiera profunda que aumentó los niveles de pobreza, indigencia y paro. Entonces, Macri "solicitó el préstamo más grande de la historia del Fondo Monetario Internacional (FMI)". Argentina se endeudó para "favorecer su reelección, al costo de "la más asombrosa fuga de divisas que nuestro país registra". Lo hizo "con total irresponsabilidad y a espaldas de este Congreso".

Títulos emitidos

Argentina logró el año pasado un acuerdo con los acreedores privados para canjear 66.300 millones de dólares de títulos emitidos en el extranjero. Obtuvo una reducción del peso de la deuda de 30.000 millones de dólares en capital e intereses y cuatro años de gracia, para empezar a pagar en 2024. En estos momentos negocia una nueva postergación con el FMI. "Ahora somos nosotros quienes vamos a liberarnos de la deuda que otros han tomado", añadió. "Miente el presidente", le respondió desde Twitter el diputado opositor, Fernando Iglesias.