Shamima Begum no podrá retornar al Reino Unido. La adolescente que en el 2015 dejó el país para viajar a Siria y unirse a los yihadistas del Estado Islámico, ha visto denegado su recurso de permitirle regresar e impugnar personalmente la decisión de las autoridades, que la despojaron de la ciudadanía británica. Los jueces de la máxima instancia judicial acordaron por unanimidad que sus derechos no se han visto vulnerados cuando el Gobierno trató de impedir su retorno por motivos de seguridad. En el veredicto se "suspende la apelación de Shamima Begum hasta que pueda comparecer sin poner en peligro la seguridad pública, según anunció el presidente del tribunal, Robert Reed.

Begum, de 21 años, permanece en un campo de internamiento en el norte de Siria, bajo control de guardas armados. Tenía 15 años cuando junto a otras compañeras de escuela, también radicalizadas, dejó en secreto Londres para viajar a aquel país. El suceso conmocionó a los británicos. Begum se casó con un yihadista holandés, ocho años mayor que ella. En el 2019, su reaparición fue un nuevo shock. Localizada en un campo de internamiento, se hallaba en avanzado estado de gestación de un tercer hijo, que moriría al poco de nacer, como había ocurrido con los otros dos bebés nacidos bajo el régimen yihadista.

Nada de que arrepentirse

Desafiante, en una entrevista al diario The Times, la apodada "novia del Estado Islámico" aseguró que no se arrepentía de nada, a pesar de las atrocidades que había presenciado. El entonces ministro del Interior, Sajid Javid, optó por retirarle la ciudadanía británica alegando el peligro que representaba para la seguridad nacional. El pasado mes de julio, el Tribunal de Apelación falló en favor de Begum entendiendo que solo estando presente en el Reino Unido podría defender adecuadamente la devolución de su nacionalidad, cuya privación la ha convertido en una apátrida. El ministerio del Interior apeló entonces al Tribunal Supremo que ahora le ha dado la razón.

Los grupos defensores de derechos humanos consideran que Begum debe volver al país, ser juzgada y cumplir condena en el Reino Unido por cualquier delito que haya cometido. Su caso es similar al de otros 40 británicos yihadistas retenidos en campos de internamiento.