Indonesia ha autorizado uno de los primeros modelos de vacunación privados del mundo para ser ejecutado se ejecute junto con su programa nacional. Este modelo, según informa Reuters, contempla que las empresas puedan comprar vacunas adquiridas por el Estado para inocular a su personal en el país más grande del sudeste asiático. La iniciativa, aprobada por un reglamento gubernamental, ha generado críticas de expertos en salud que advierten de que podría agravar la inequidad.

El cuarto país más poblado del mundo ha lanzado un ambicioso programa para vacunar a 181,5 millones de personas de forma gratuita en aproximadamente un año, pero las empresas han estado presionando para poder vacunar al personal más rápido para abrir la economía.

El reglamento estipula que las empresas pueden comprar vacunas e inocular al personal y sus familias de forma gratuita en los centros de salud privados con vacunas distribuidas por la empresa farmacéutica estatal Bio Farma. Las vacunas usadas deben ser distintas de las administradas actualmente, que incluye Sinovac Biotech de China y pretende incluir las dosis de AstraZeneca y Novavax.

En fase de preparativos

"El plan no puede perturbar el despliegue que está realizando actualmente el Gobierno", ha declarado Siti Nadia Tarmizi, un alto funcionario del Ministerio de Salud, en una conferencia de prensa en la que puntualizó que aún quedan preparativos antes de que pueda comenzar.

Un funcionario de Bio Farma dijo en la conferencia de prensa que estaba en conversaciones con Moderna Inc para obtener vacunas para el plan privado, un día después de que un ministro dijera que se habían preparado dos millones de dosis de la vacuna Sinopharm de China. Las vacunas para ambos programas requieren una aprobación para uso de emergencia emitida por la agencia de alimentos y medicamentos del país. El precio máximo de las vacunas lo decidirá el ministro de Salud, según el reglamento.

Olivia Herlinda, directora de políticas del Centro para la Iniciativa de Desarrollo Estratégico de Indonesia, una oenegé del ámbito de salud pública, ha asegurado que el esquema podría correr el riesgo de corrupción y comercialización y se produjo cuando las vacunas seguían siendo escasas.

“La vacunación privada corre el riesgo de perder el objetivo y abrir un desequilibrio en el acceso a las vacunas para algunos grupos”, dijo. El Gobierno ha negado los riesgos de la comercialización y dijo que trabajaría con la agencia antirrobo del país durante el despliegue de la operación.