La juez de distrito, Vanessa Baraitser, ha rechazado la petición de libertad condicional de Julian Assange. Segun la magistrada el resultado de la apelación sobre la extradición por parte de Estados Unidos, aún no está decidido y sigue siendo un incentivo para Assange el huir.

El pasado lunes, en el Tribunal de Westminster en Londres, la juez denegó la entrega a Estados Unidos del fundador de WikiLeaks, donde se enfrenaría a penas de 175 años de cárcel, alegando que el riesgo de que Assange se suicidara era elevado, si se permitiera la extradición. El gobierno estadunidense anunció inmediatamente que recurriría la sentencia, considerada por los defensores de Assange, que piden su puesta en libertad, como un primer paso hacia la justicia.

Con recursos para escapar

Durante la vista, la abogada Clair Dobbin, en representación del gobierno de Estados Unidos alegó contra la puesta en libertad condicional, el que Assange de 49 años, posee recursos para escapar y se refirió a la reciente oferta de asilo del gobierno de México. En el pasado, señaló Dobbin, Assange clamó el haber ayudado a Edward Snowden a escapar a Hong Kong y de allí a Rusia. Además, si fue capaz de pasar siete años encerrado en la embajada de Ecuador, no va a dejar ahora una sola posibilidad de ser extraditado, si el recurso falla en su contra. La letrada también recordó cómo previamente Assange había violado la libertad condicional, al considerase por encima de la ley, como concluyera el juez británico que le condenó por ello. Dobbin puso en duda que la salud mental del australiano sea tan mala como el veredicto del pasado lunes señalaba para denegar la extradición. También cuestionó el peligro de los casos de Covid en la prisión de alta seguridad de Belmash, en el sur de Londres donde se haya detenido, que según sus datos son ahora tres.

Nueva familiaEdward Fitzgerald, del equipo legal de Assange, respondió que la epidemia de Covid es peor ahora, las visitas a la prisión han sido suspendidas y su defendido estaría mejor aislado con su familia en la comunidad. También alegó que otro prisionero esperando deportación cometió suicido recientemente. De acuerdo con el abogado el riesgo de que pueda escapar es historia, porque Assange posee en Inglaterra una nueva familia, en referencia a Stella Morris, la abogada de 37 años de origen surafricano y nacionalidad sueca, con la que tuvo dos hijos en secreto, mientras permanecía refugiado en la embajada de Ecuador. Dobbin había hecho constar ya, adelantándose a ese argumento, que Assange jamás había vivido con esa nueva familia.

Fitzgerald consideró que la decisión de la magistrada Baraitser lo cambio todo. Alegó que su defendido lleva 15 meses en la cárcel por saltarse la libertad condicional, por una petición de extradición que ahora ha sido denegada. Incluso, indicó, hay ahora dudas sobre si Estados Unidos seguirá adelante con la extradición en referencia a una información en ese sentido publicada por el diario The Guardian, señalando que quizás la administración del nuevo presidente Joe Biden no continúe con la batalla legal contra el fundador de WikiLeaks.

Los expertos legales siempre consideraron difícil que consiguiera la libertad condicional, al haber violado anteriormente términos similares impuestos por un juez británico en el 2012, optando por huir y buscar refugió en la embajada de Ecuador.

Acusación de espionaje

Estados Unidos acusa a Assange de espionaje, por un total de 18 delitos contra la Seguridad Nacional, después de haber obtenido y difundido, con la ayuda de la exsoldado Chelsea Manning, cientos de miles de documentos confidenciales sobre la intervención militar en Irak y Afganistán y cables diplomáticos entre el 2010 y el 2011.

en la vista del lunes, la magistrada rebatió todos los argumentos de la defensa de Assange y negó que la acusación de Washington tuviera una motivación política. Aceptó que, tal y como reclaman las autoridades de Estados Unidos, el australiano había sobrepasado con sus actividades las competencias del ámbito del periodismo. Sólo cuando la juez entró a examinar los informes de los expertos médicos sobre la frágil salud mental de Assange, rechazó a la extradición. "La impresión general es la de un hombre deprimido y a veces desesperado, que tiene un miedo genuino sobre su futuro. Considero que la condición mental del señor Assange es tal que sería asfixiante para él extraditarlo a Estados Unidos."

Respiro, pero no victoria

El veredicto fue bien recibido por diversas organizaciones en defensa de la libertad de expresión y la libertad de informar. Un respiro, pero no una victoria contra esos peligros de amordazar a la prensa, al basarse en la resolución en la situación mental de Assange y su incapacidad para soportar futuro aislamiento por un largo periodo en una cárcel de alta seguridad en Estados Unidos, como previsiblemente iba a ocurrir de ser extraditado. Una sentencia acertada, pero por razones equivocadas, que no exime de persecución y castigo a futuros periodistas y medios de comunicación, que traten de sacar a la luz hechos inconfesables de los grandes poderes.