Señor presidente... Detenga la locura. Ha perdido la elección. El mensaje que desde hace semanas escucha Donald Trump este lunes le ha llegado de un lugar inesperado que lo hace especialmente doloroso para él: la portada y el editorial del tabloide conservador 'New York Post'.

El rotativo propiedad de Rupert Murdoch acusa a Trump de estar animando un golpe antidemocrático con sus llamadas a los republicanos a tratar de revertir la certificación de la victoria de Joe Biden el día 6 en el Congreso. Le llama el rey Lear de Mar-a-Lago, vociferando sobre la corrupción del mundo. Tilda directamente de loca a la abogada Sidney Powell, que libra la inútil cruzada legal contra los resultados y dice que equivale a traición la sugerencia de declarar la ley marcial del general retirado Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional al que Trump ha indultado.

La vista del rotativo, como la de otros muchos líderes conservadores, está puesta en la segunda vuelta por dos escaños del Senado que se celebra el 5 de enero en Georgia, una elección en la que se decide el control de la Cámara Alta. Entendemos, señor presidente, que esté enfadado porque perdió, pero seguir por este camino es ruinoso, escribe el Post, recordando que desde esas mismas páginas se ha pedido el voto por él y se le ha apoyado. Si quiere cimentar su influencia, incluso preparar el escenario para un retorno futuro, debe canalizar su furia a algo más productivo.

Buenos conocedores de las filias del presidente, los editorialistas salpican el texto de halagos, ensalzan su presidencia y hasta su considerable encanto, pero también le avisan de que se juega su legado. Si insiste en pasar los últimos días de la presidencia amenazando con quemarlo todo es cómo será recordado, escriben, no como un revolucionario sino como el anarquista que tiene la cerilla.