Israel entra en su tercer confinamiento desde el inicio de la pandemia de coronavirus. Después de superar los 3.000 contagios diarios, las autoridades israelís han decidido volver a imponer restricciones más severas en el país durante dos semanas para atajar esta nueva curva. Al cierre de comercios no esenciales y las limitaciones de movimientos, se añade el veto a la entrada de extranjeros al país y una cuarentena obligatoria para israelís y residentes que entren al Estado judío. Más de 200.000 israelís han sido vacunados esta semana convirtiendo a Israel en el segundo país del mundo en vacunaciones per cápita.

La combinación de la maravillosa campaña de vacunas, por un lado, y un confinamiento breve y rápido por el otro, nos está permitiendo salir de la pandemia del coronavirus, ha dicho el primer ministro israelí Binyamin Netanyahu en un comunicado. El mandatario, que fue el primer israelí en vacunarse en directo por televisión hace una semana, ha presumido de que Israel será probablemente el primer país en salir de la pandemia, en unas pocas semanas. Mientras, los casos aumentan a un ritmo vertiginoso y los expertos han alertado durante semanas de la necesidad de aplicar nuevas medidas.

Veto al turismo

Con nueve millones de habitantes, Israel ha registrado más de 385.000 casos y 3.150 muertos. Este domingo a las cinco de la tarde el país vuelve a entrar en un nuevo confinamiento que, por ahora, se extenderá hasta el 9 de enero. Durante dos semanas, la sociedad israelí no podrá moverse a más de un kilómetro de sus domicilios ni visitar viviendas de otra gente. El límite de reuniones es de 10 personas en espacios cerrados, y de hasta 20 al aire libre. El cierre de comercios no esenciales y la parada en seco del turismo agravará la crisis económica que vive el país.

La novedad es que durante este nuevo cierre, el sistema educativo funcionará de manera parcial para la infancia de entre seis y diez años, y de entre 16 y 17, y solo por las mañanas. También se ha vetado la entrada de extranjeros y los israelís y residentes en el país son obligados a hacer una cuarentena en hoteles controlados por el ejército. Con el actual ritmo de la campaña de vacunación, se prevé que en siete o diez días el público general empiece a recibir la vacuna, según la doctora Sharon Alroy-Preis, directora interina de los servicios de salud pública del Ministerio de Salud.

Vacunados en marzo

Más de 200.000 israelís han recibido la vacuna esta semana, con el foco puesto en el personal sanitario, mayores de 60 y grupos de riesgo. Así, Israel se coloca solo por detrás de Bahréin en el índice de vacunación per cápita, según la Universidad de Oxford. Con 100.000 nuevos vacunados diarios, Sanidad prevé que la mayoría de la población esté protegida a finales de marzo con el tímido anuncio de un retorno a algo parecido a la vida normal.

El anuncio de un nuevo confinamiento llegó al día siguiente de la disolución de la Knesset, el parlamento israelí, y la convocatoria de las cuartas elecciones en dos años. La imposibilidad de acordar unos presupuestos desencadenó una crisis política anunciada en el gobierno Netanyahu-Gantz. El tercer cierre es inevitable, alertaba el coordinador de la lucha contra la pandemia, el profesor Nachman Ash, Israel tendrá 3.000 muertos más en los próximos dos meses si el Gobierno continúa con su política de no hacer nada. Según Ash, confinar al país solo dos semanas es demasiado corto. La economía israelí aún se resiente de los confinamientos de marzo y septiembre: se prevé una contracción del 4,5% en el 2020 mientras que la cifra de desempleo se mantiene en un 12%.