La negociación de las posibilidades de pesca de la flota europea es habitualmente una de las más complicadas a la que se enfrentan a finales de cada año los gobiernos europeos y este 2020 no ha sido una excepción debido a dos factores que han condicionado, según el ministro de agricultura, pesca y alimentación, Luis Planas, las discusiones: la salida del Reino Unido de la UE y el impacto de la crisis del covid-19 sobre el sector. Aún así, y tras 46 horas de reunión, los Veintisiete han conseguido cerrar un acuerdo político sobre los Totales Admisibles de Capturas y cuotas para 2021 en el Atlántico y Mar del norte que considera “bueno” para España porque combinará “la sostenibilidad de los recursos pesqueros con la rentabilidad económica de la flota”, ha explicado Planas que ha calificado las negociaciones de “largas, complejas y difíciles”.

Uno de los escollos más difíciles de superar hasta el último minuto ha sido la negociación de la reducción del esfuerzo pesquero en el marco del plan de recuperación del Mediterráneo occidental, una zona de pesca para la que el comisario de pesca, Virginijus Sinkevicius, pedía un recorte de los días de pesca del 15%. “Ha habido un problema y ha sido muy complicado llegar a un acuerdo. Ha sido el punto más difícil”, ha admitido al término del maratoniano Consejo la ministra alemana y presidenta de turno del Consejo Julia Klockner.

Finalmente la reducción de los días de actividad para la flota de arrastre será del 7,5%. “Hemos conseguido rebajar a la mitad”, se ha congratulado Planas que ha recordado que el sector ya había realizado un esfuerzo importante del 10% en 2020 que la Comisión Europea no había tenido en cuenta. “Una reducción adicional del 15% era insostenible para la flota de arrastre del mediterráneo desde punto de vista económico y social”, ha añadido insistiendo en que el 7,5% supondrá un alivio ya que significa 17 días laborables adicionales por buque que de lo contrario “tendrían que haber parado”. El recorte es parte del compromiso global de reducir gradualmente, hasta el 40% en 2025, el esfuerzo pesquero para lograr el rendimiento máximo sostenible de todas las pesquerías.

Recorte en merluza sur

El acuerdo también limita los recortes propuestos por la Comisión Europea para determinadas pesquerías de interés para España. Es el caso de la merluza sur, en el Cantábrico o el Golfo de Cádiz. Bruselas pedía una reducción del 12,8% que finalmente se limitará al 5%. El recorte para el lenguado en las mismas aguas pasa del 40% al 20% y del 20 al 15% en el caso de la cigala del Golfo de Cádiz. También serán objeto de recortes el gallo o el rape aunque el TAC acordado será “suficiente para garantizar la actividad en 2021”, ha destacado Planas. En el caso del jurel, mientras tanto, el acuerdo recoge un incremento del 5%. Además, también sube el TAC de la anchoa en el Cantábrico, hasta las 33.000 toneladas debido “al excelente estado biológico de la especie”.

Las discusiones, no obstante, solo se han centrado en esta ocasión en 26 pesquerías ya que las restantes 119 son de gestión compartida con el Reino Unido y están a expensas de lo que ocurra en las negociaciones entre Londres y Bruselas. Para estas 119 pesquerías, entre las que figuran algunas de gran interés para la flota española como la merluza del norte, los Veintisiete han aceptado la propuesta de la Comisión de adoptar un reglamento provisional que prorroga la cuotas de este 2020, con una asignación provisional del 25% en los tres primeros meses de 2021, de forma que los buques europeos puedan seguir faenando a partir del 1 de enero y se asegure una continuidad. En algunas especies, como la caballa, bacaladilla o jurel, el porcentaje será del 65%. “La decisión que hemos adoptado es una previsión para los próximos 3 meses. Si hay un acuerdo (con el Reino Unido) se sustituiría por lo que provisionalmente se ha adoptado en el Consejo”, ha indicado Planas.