El presidente de Rusia, Vladímir Putin, protagoniza este jueves una rueda de prensa de alto voltaje. El envenenamiento del bloguero Alekséi Navalni y la consiguiente investigación internacional en la que se responsabiliza del crimen a una unidad clandestina del Servicio Federal de Seguridad ha marcado la tradicional cita anual con los representantes de los medios de comunicación, que normalmente discurre sin demasiados altibajos ni picos de tensión.

Evitando nombrar al opositor, al que se ha referido simplemente como "ese paciente", Putin ha acusado a "los servicios secretos de EEUU" de propiciar la investigación sobre el crimen. El lider del Kremlin, ha asegurado que el opositor, al colaborar con esos trabajos, se convierte en "cooperante" de una potencia extranjera, y ha dado a entender que ello podría acarrearle consecuencias dentro de Rusia que no ha especificado.

Respaldo a Trump

El líder ruso también se ha referido a las elecciones presidenciales en EEUU. En tono combativo, ha recordado que el magnate neoyorquino Donald Trump, con el que mantiene una excelente relación personal y conexión, ha recabado el apoyo de "la mitad del electorado" y "no piensa abandonar la política", unas palabras que muy probablemente, podrían ser tomadas como una advertencia por algunos analistas.