En Rusia, se acabó la relativa tolerancia con aquellos que desoyen la recomendación de llevar mascarillas y guantes en los espacios públicos. Rospotrebnadzor, el organismo estatal encargado de velar por el bienestar de los consumidores, ha ordenado a las autoridades regionales que impongan el uso de dichas prendas en párkings, ascensores, taxis, transporte público y espacios frecuentados por multitudes.

Este martes, en el metro de Moscú, empleados de seguridad se apostaban en los accesos a las estaciones y obligaban a los pasajeros despistados a adquirir un set de guantes o una mascarila por un precio de 20 rublos (0,22 euros). A diferencia de lo que pudo observarse en los días pasados, en los convoyes no se vislumbraba ningún rostro que llevase al descubierto la nariz y la boca.

Desde hace ya tiempo, se han intensificado las medidas de higiene en toda la red del metropolitano moscovita, donde los accesos a los túneles ferroviarios se realizan mediante grandes escaleras mecánicas cuyos pasamanos son tocados por millones de viajeros al día. Pequeñas instalaciones dotadas de jabón aséptico permiten a los viajeros desinfectarse las manos antes de regresar a la calle.

Recomendación

Rospotrebnadzor también ha aconsejado el cierre de restaurantes y locales de ocio entre las 23 y las 6 horas. En un principio, se informó de que la medida era de obligado cumpimiento aunque posteriormente se aclaró que se trataba de una recomendación. Los responsables municipales de Moscú ya han advertido de que no tienen pensado implementar semejante medida, ya que consideran suficiente la reciente implantación de un código Q en estos establecimientos que permite, en caso de necesidad, rastrear a posibles infectados.

Y es que las cifras epidemiológicas de Rusia vuelven a dispararse, al igual que sucede en muchos países de Europa. De hecho, con más de 1,5 millones de infectados, es el cuarto país con más afectación por detrás de EEUU, la India y Brasil. Este martes, las autoridades han contabilizado más de 16.000 nuevos contagios y 320 decesos como consecuencia del covid-19. El Gobierno decarta imponer un confinamiento total, tal y como sucedió durante la primavera, e insiste en que su sistema sanitario está mejor preparado para esta segunda oleada de infecciones.