La indígena brasileña Alessandra Korap, líder de la etnia Munduruku y quien este jueves recibió en ceremonia virtual el premio Robert F. Kennedy de Derechos Humanos 2020, afirmó que la pandemia del nuevo coronavirus mató "bibliotecas vivas", como son consideradas las personas más viejas y sabias de sus pueblos.

"La pandemia mató 'bibliotecas vivas" y "aumentó el número de invasores con sed de explotar nuestras tierras aprovechando que estamos en aislamiento", lamentó al recibir el galardón la líder de 36 años y estudiante de derecho en una de la universidades del estado amazónico de Pará (norte).

Brasil, uno de los países más afectados por la covid-19, totaliza más de 5,3 millones de casos confirmados y cerca de 159.000 muertes, de los que 31.761 contagios y 470 fallecimientos corresponden a indígenas.

Korap, quien ha destacado al frente de las mujeres indígenas que luchan por la defensa de sus tierras contra actividades ilegales de madereros y mineros y se opone a los grandes proyectos hidroeléctricos de la región, recibió el premio virtualmente de parte de Kerry Kennedy, hija del fallecido Robert F. Kennedy.

"Otros intrusos han sido vectores de infecciones dentro de los territorios protegidos", denunció la activista estadounidense sobre los brotes del nuevo coronavirus en los pueblos indígenas de Brasil.

Hidroeléctricas

Para Korap, los cuatro proyectos hidroeléctricos, entre ellos la presa gigante de Belo Monte, "han destruido lugares sagrados" y sus pueblos siguen "amenazados por otras obras".

"Es un territorio tradicional y no queremos compensaciones, queremos nuestro río y la selva vivos, pero nos quieren expulsar. Nuestro territorio, nuestros ríos y nuestra vida no están a la venta. Se tienen que respetar a los pueblos indígenas, quilombolas (de afrodescendiente) y de pescadores", afirmó.

Según Korap, este premio "ayudará a fortalecer la lucha por el territorio y traer esperanza para la resistencia", además de ser un "reconocimiento a los gritos de la selva que hacen eco con las voces" de los pueblos indígenas y a las que quieren "callar" para convertirlas en "museos que no hablan".

"La ganancia del hombre está destruyendo lo más sagrado, por ejemplo el ferrocarril es para cargar soja y maíz para otros países. La colonización no paró, continúa y a este Gobierno no le gusta los indios, nos acusa de los incendios", agregó Korap en referencia al presidente brasileño, Jair Bolsanaro.

Bolsonaro y medioambiente

El líder de ultraderecha, criticado por su política antiambientalista, ha acusado a agricultores y comunidades indígenas de parte de los incendios que arrasan la Amazonía y el Pantanal, el mayor humedal del mundo que el país comparte con Paraguay y Bolivia.

"Tenemos el derecho de decir no" a las obras que los Gobiernos del país han puesto en marcha en la región de la Amazonía, recalcó la líder indígena.

Kerry Kennedy destacó el activismo de Korap en pro de los "pueblos oprimidos" y su empeño por "un mundo más justo, que era lo que Robert Keneddy creía" ante "un presidente (Bolsonaro) que ha quitado muchas de las protecciones que tenían estos pueblos".

El exsecretario de Estado y ex candidato presidencial estadounidense John Kerry, quien presentó el premio, apuntó que el mundo encara "un tiempo en el que los valores están siendo puestos a prueba, un tiempo en que los pueblos indígenas están sufriendo, muchas veces aislados".

Por eso, "la lucha extraordinaria por los pulmones del planeta, el liderazgo y coraje por el futuro" está en líderes como Korap, dijo Kerry.

De acuerdo con el también exsenador, el mundo "necesita millones" como la líder, pues, según el político estadounidense, "se tiene mucho que aprender de los pueblos indígenas para no robarles a los hijos del mundo su futuro".